Porfirismo y Revolución Mexicana

Pensar la revolución. Una aproximación a la Generación de 1915

Autor: 
Pablo Yankelevich
Institución: 
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Síntesis: 
PENSAR LA REVOLUCIÓN
Una aproximación a la Generación de 1915
 
Pablo Yankelevich
Instituto Nacional de Antropología e Historia
 
Una breve aproximación al núcleo intelectual conocido como la Generación de 1915 obliga a dirigir la mirada hacia dos momentos de la historia de México en el pasado siglo. En primer lugar, los años en que la lucha revolucionaria se generalizó y los enfrentamientos faccionales alcanzaron una violencia inusitada, cuyos efectos, como nunca antes, se sintieron en la ciudad de México desde donde la situación general del país no tardó en interpretarse como de profunda crisis y peligrosa desorganización. En segundo término, las administraciones políticas inauguradas en 1920, y que a lo largo de esa década prometieron una completa reconstrucción nacional, atendiendo a un programa de acción que reivindicaba los reclamos y reivindicaciones que habían movilizado a los revolucionarios.
 
El llamado "caos de 1915" permitió tomar conciencia sobre una circunstancia hasta entonces soslayada por la intelectualidad mexicana: el pasado, el presente y el futuro de México merecía ser objeto de una moderna reflexión capaz de dar respuesta a los interrogantes abiertos por la Revolución. Fue así que, la llegada al poder de los sonorenses catapultó a varios de los miembros de esa Generación a ocupar cargos políticos, convencidos en la posibilidad de traducir en creaciones institucionales y acciones legislativas reclamos populares que "instintivamente" habían asumido los caudillos revolucionarios. En otras palabras, la vivencia de ser estudiantes universitarios durante los años más álgidos de la guerra civil mexicana, y la participación en emprendimientos político y culturales desarrollados en aquellos años formativos, hizo posible que una década más tarde, un núcleo de jóvenes profesionales tradujera aquellas experiencias en el primer esfuerzo intelectual por dotar de racionalidad a un accionar gubernativo legitimado al amparo de la Constitución de 1917.
 
Manuel Gómez Morín en su célebre ensayo titulado 1915, bautizó a esta Generación a partir de reflexionar en torno al momento histórico que permitió a un núcleo de estudiantes reconocerse como unidad, como un nosotros con la misión casi apostólica de colaborar en la edificación de un nuevo proyecto de nación:
 
Los que eran estudiantes en 1915 y los que entre el mundo militar y político de la Revolución lo sufrían todo por tener ocasión de deslizar un ideal para el movimiento, y los que, apartados, han seguido los acontecimientos tratando de entenderlos, y los más jóvenes que nacieron ya en la Revolución, y todos los que con la dura experiencia de estos años han llegado a creer o siguen creyendo en que tanto dolor no será inútil, todos forman una nueva generación mexicana, la Generación de 1915.[1]
 
Las cabezas visibles de esta Generación fueron Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Alfonso Caso, Teófilo Olea y Leyva, Miguel Palacios Macedo, Alberto Vázquez del Mercado, Manuel Toussaint, Narciso Bassols, Antonio Castro Leal y Daniel Cosío Villegas. Jóvenes que en 1915 tenían entre 17 y 21 años, algunos estudiantes en la Escuela Nacional Preparatoria y otros ya cursando estudios de jurisprudencia. Cuando la ciudad de México se convirtió en objetivo militar de las distintas fuerzas revolucionarias, estos jóvenes asumieron el desafío de liderar un recambio generacional en un medio político y cultural donde, por un lado, había sucumbido la vieja guardia positivista de cuño porfiriano; y por otro, los líderes del movimiento de renovación cultural inaugurado por El Ateneo de la Juventud habían partido al exilio o se hallaban involucrados en la lucha revolucionaria.
 
Huérfanos de grandes maestros, a excepción de Antonio Caso - el único miembro de El Ateneo que continuó a cargo de sus cátedras- los integrantes de la Generación de 1915 abandonaron inquietudes exclusivamente literarias y estéticas como las sostenidas por los ateneístas, incorporando preocupaciones por los problemas sociales para así, en un mundo devastado por la Primera Guerra Mundial y en un país en plena Revolución, reconocer:
 
El problema agrario, [...] surgió entonces [...] para ser el tema central de la Revolución. El problema obrero fue formalmente inscrito también en la bandera revolucionaria. Nació el propósito de reivindicar todo lo que pudiera pertenecernos: el petróleo y la canción, la nacionalidad y las ruinas. Y en un movimiento expansivo de vitalidad reconocimos la sustantiva unidad iberoamericana extendiendo hasta Magallanes el anhelo.[2]
 
En el origen del futuro accionar de esta Generación, se ubica la fundación de la Sociedad de Conferencias y Conciertos en 1916, organismo creado a instancia de un grupo de estudiantes de Derecho conocido como Los Siete Sabios (Lombardo Toledano, Gómez Morín, Caso, Olea y Leyva, Vázquez del Mercado, Castro Leal y Jesús Moreno Vaca). Estos universitarios, bajo el magisterio de Antonio Caso, se propusieron reeditar la obra ateneísta con el fin declarado de "propagar la cultura entre los estudiantes de la Universidad de México". Ciclos de conferencias sobre asuntos sociales, educativos, jurídicos y laborales, conformaron un primer y rico experiencio que permitió comenzar a foguearse en temas y problemas de México, sobre los cuales, poco después, desarrollaron sus actividades profesionales.[3]
 
Las inquietudes políticas de varios de los integrantes de esta Generación encontraron posibilidad de manifestarse a través de la militancia universitaria. De manera precursora, en 1917, Los Siete Sabios asumieron la defensa de la autonomía universitaria en un memorial que remitieron a la Cámara de Diputados. Durante algún tiempo, Gómez Morín y Lombardo Toledano fueron los responsables de la Página Universitaria del periódico El Universal, mientras que Miguel Palacios Macedo alcanzó la presidencia de la Federación de Estudiantes de México en 1919, siendo reemplazado dos años más tarde por Daniel Cosío Villegas.
 
La preocupación por las cuestiones educativas, la necesidad de ampliar y extender la enseñanza en todos sus niveles, y la aplicación de la "técnica" en tanto instrumento capaz de erradicar la constante "improvisación" en el ejercicio de la gestión pública, constituyeron los pilares sobre los que fundaron su accionar político, sobre todo a partir de 1920, cuando buena parte de esta Generación pasó a ocupar puestos en la Secretaría de Educación Pública, en la Secretaría de Hacienda y en el gobierno del Distrito Federal
 
José Vasconcelos, con su ambicioso proyecto de renovación cultural y educativa, ejerció un marcado liderazgo intelectual sobre buena parte de esta Generación. El nacionalismo de sus propuestas culturales, el antimilitarismo de sus posiciones políticas y una prédica que reivindicaba la necesidad de abrir espacios del poder político a los intelectuales, convirtió al secretario de educación pública en referencia obligada. Vasconcelos y los miembros de esta Generación comenzaron a percibirse no sólo como pilar fundamental en la edificación de un nuevo orden social, sino y sobre todo como los responsables de dirigir intelectualmente esta obra. El programa de la Revolución Mexicana requería de soportes teóricos y de una pericia "técnica" que permitieran racionalizar la experiencia, traduciendo el reclamo popular en obras y políticas concretas:
 
La Revolución fracasó porque triunfó sólo con las armas, [...] se quiso confiar el triunfo de la Revolución a políticos y militares que jamás podrán realizar la parte esencial de un movimiento social. Para que un movimiento social pueda triunfar se necesita del nacimiento de una nueva ideología, de un nuevo punto de vista [...] de una nueva generación, y esa generación somos nosotros, y por eso afirmamos que nosotros somos la Revolución.[4]
 
Durante el gobierno interino de Adolfo de la Huerta, Vásquez del Mercado fue designado oficial mayor del gobierno capitalino, de inmediato convocó a algunos compañeros: Palacios Macedo fue vocal primero de la Junta de Vigilancia y Cárceles del Distrito Federal, y Alfonso Caso abogado consultor. Poco más tarde, Vásquez del Mercado pasó a ser secretario general de gobierno del Distrito Federal y entonces Lombardo Toledano ocupó la Oficialía Mayor. Manuel Gómez Morín fue nombrado secretario particular del Gral. Salvador Alvarado, secretario de hacienda del presidente De la Huerta. Castro Leal ingresó al servicio exterior pasando a desempeñar comisiones en Washington primero y en Santiago de Chile después. Toussaint se trasladó a Madrid con un nombramiento oficial; Teófilo Olea y Leyva desde tiempo antes ocupaba la presidencia de la legislatura del Estado de Guerrero; y Cosío Villegas se sumó al equipo de Vasconcelos, primero en la Universidad, y más tarde en la Secretaría de Educación Pública, mientras que Narciso Bassols se limitó al ejercicio de su profesión y a la docencia en la Escuela de Jurisprudencia, para recién a partir de 1925 incorporarse a la función pública.
 
En el desempeño de distintos cargos oficiales, los integrantes de esta Generación desarrollaron una importante obra que cristalizó en políticas, instituciones y legislaciones de presencia insoslayable en el México contemporáneo. En el ámbito de la política financiera, fiscal y hacendaría destacó Gómez Morín como uno de los autores del proyecto de ley que condujo a la fundación del Banco de México. A lo largo de su gestión como Consejero de este Banco (1925-1929), fue responsable de la redacción de la Ley del Crédito Agrícola de donde derivó la creación del Banco Nacional de Crédito Agrícola; de igual manera colaboró en los proyectos de fundación del Banco Nacional Hipotecario y del Banco Nacional de Obras Públicas. Hasta comienzos de los años treinta, intervino en la redacción de buena parte del soporte legal (Ley Monetaria, Ley de Títulos y Operaciones de Crédito, Ley de Instituciones de Seguros; de Cámaras Nacionales de Comercio, etc.) que dio sustento al ambicioso programa inaugurado por el presidente Plutarco Elías Calles, programa tendiente a rehabilitar la hacienda pública y reorganizar la vida crediticia del país después de años de desorden fiscal y monetario.
 
En otro campo de actividades, Lombardo Toledano, cuando la creación de la Secretaría de Educación Pública pasó a colaborar con Vasconcelos. Fue jefe del Departamento de Bibliotecas y más tarde director de la Escuela Preparatoria Nacional. Sus inquietudes por la extensión de la enseñanza en los sectores populares pronto lo condujeron hacia las organizaciones obreras, ámbitos en donde destacó como dirigente sindical. Fue uno de los fundadores de la Confederación de Trabajadores de México y su secretario general entre 1936 y 1940.
 
En el terreno cultural y educativo buena parte de los integrantes de esta Generación destacaron en el ejercicio de sus labores docentes. En el ámbito de los estudios sobre el arte, Manuel Toussaint fue un precursor en las investigaciones sobre historia del arte mexicano. En 1935 fundó el Laboratorio de Arte en la Universidad Nacional, que poco después se convertiría en el actual Instituto de Investigaciones Estéticas. Por otra parte, en materia de estudios literarios, Castro Leal desarrolló una fecunda labor de crítica erudita y profusa difusión de las letras mexicanas, actividades que combinó con el ejercicio de distintos cargos en esferas de la política y la cultura. Entre éstos, fue rector de la Universidad Nacional entre 1928 y 1929. Otros miembros de la Generación alcanzaron este mismo cargo, fue el caso de Manuel Gómez Morín (1933-1934) y Alfonso Caso (1944-1945). Este último, alejado de su profesión de abogado, concentró sus actividades académicas en torno al pasado prehispánico de México, significándose como uno de los fundadores de la antropología y la arqueología mexicana. Caso, entre otras realizaciones, dirigió entre 1931 y 1943 el proyecto de exploración del sitio arqueológico de Monte Albán.
 
Otros miembros de esta Generación, Vásquez del Mercado y Olea y Leyva, consagraron sus actividades al estudio del derecho, llegando ser ambos ministros de la Suprema Corte de Justicia. Por su parte, Bassols desarrollo una extendida actividad pública. Hacia 1927, y materia legislativa fue uno de los redactores de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, dos años más tarde fue Director de la Facultad de Derecho de la Universidad, en donde alentó la creación de la sección de economía, antecedente de la actual Facultad de Economía. Durante las presidencias de Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez fue secretario de educación pública, en 1934 ocupó la titularidad de la secretaría de gobernación, y en 1935 fue el primer secretario de hacienda en el gabinete del presidente Lázaro Cárdenas. Poco más tarde, se incorporó al servicio exterior desempeñando cargos en Londres, Madrid, París y Oslo. Durante su nombramiento en la capital francesa, fue responsable de coordinar la labor humanitaria en favor de miles de prisioneros republicanos españoles, muchos de los cuales se trasladaron México. En este operativo colaboró de manera destacada Cosío Villegas, quien poco después aprovecharía la presencia de connotados hombres de ciencia españoles, para fundar el Colegio de México y dar un renovado impulso al Fondo de Cultura Económica, dos de las creaciones mas sobresalientes del más joven de los integrantes de esta Generación.
 
La reflexión y la práctica que otorgó sentido de pertenencia generacional a este grupo de intelectuales no perduraron más allá de la década del veinte. Un parteaguas político fue la campaña electoral de Vasconcelos en 1929, para algunos esta experiencia marcó el límite de su confianza en un régimen político que se decía heredero de la gesta revolucionaria. Así por ejemplo, durante los años treinta, Gómez Morín se fue alejando de las funciones públicas para concentrarse en el desempeño de su profesión de abogado, sobre todo como consultor de importantes grupos industriales y bancarios. En el terreno político su toma de distancia respecto al régimen posrevolucionario cristalizó en la fundación del Partido Acción Nacional en 1939. Un recorrido similar, aunque de signo político opuesto, realizó Lombardo Toledano quien después de colaborar estrechamente con el gobierno de Cárdenas, al concluir este gobierno y en abierto desacuerdo con la administración de Manuel Ávila Camacho, fundó el Partido Popular en 1947. En esta empresa fue acompañado por Narciso Bassols que ocupó la vicepresidencia del Partido Popular hasta su alejamiento en 1949. Otra ruptura significativa fue la de Vásquez del Mercado, quien en 1931, en abierta discrepancia con el gobierno de Pascual Ortiz Rubio, renunció a su magistratura en la Suprema Corte de Justicia
 
Al cabo de unos pocos años, en estos jóvenes se diluyó el optimismo que sirvió de fundamento a la creencia de que tenían la "misión" de guiar el proceso de reorganización nacional. Aquel sentimiento de pertenencia desapareció cuando se hizo evidente que en la relación entre el los políticos y los intelectuales, estos últimos debían moderar sus ambiciones de poder, ambiciones en el sentido de pretender alterar el rumbo de una marcha, que en el mejor de los casos acompañaban pero que jamás condujeron. En resumen, éste fue el primer contingente de intelectuales que, una vez cerrada la etapa armada de la Revolución, se incorporó de lleno a trabajos gubernamentales, y fue así como, al decir de Octavio Paz, "el intelectual se convirtió en el consejero secreto o público del general analfabeto, del líder campesino o sindical, del caudillo en el poder"[5]. Con sus acciones, la Generación de 1915 contribuyó poderosamente a sentar las bases del moderno Estado mexicano, al tiempo que y paradójicamente, de la misma experiencia se desprendieron los límites de la cohabitación entre intelectuales y gobernantes en el escenario político nacional.
 
 
 
 
Referencias bibliográficas
 
 
CALDERóN VEGA, Luis; Los 7 Sabios de México. México. Ed. Jus. 1961
 
CASTILLO PERAZA, Carlos; (Estudio Introductorio) de Manuel Gómez Morín, constructor de instituciones, México, FCE, 1994.
 
COSíO VILLEGAS, Daniel; Memorias, México. Ed. Joaquín Mortíz, 1976.
 
GóMEZ MORíN, Manuel; 1915, Ed. Cultura, 1927.
 
GONZáLEZ Y GONZáLEZ, Luis; “La ronda de las generaciones” en Todo es Historia, México. Ed. Cal y Arena, 1989.
 
KRAUZE, Enrique; Caudillos culturales de la Revolución Mexicana, México, Ed. Siglo XXI, 1986.
 
MONSIVAIS, Carlos, “La nación de unos cuantos y las esperanzas románticas” en Héctor Aguilar Carmín, et. al. En torno a la cultura nacional, México, SEP-INI, 1976.
 
PAZ, Octavio; El laberinto de la soledad, México, FCE, 1969.
 
 

NOTAS

[1] Manuel Gómez Morín, 1915, Ed. Cultura, 1927, p. 11.
 
[2] Ibid.
[3] Luis Calderón Vega, Los 7 Sabios de México. México. Ed. Jus. 1961, p. 32.
4 Cosío Villegas, Daniel; “La Riqueza de México”, en La Antorcha, México. 30 de mayo de 1925, p.32.

5

Octavio Paz; El laberinto de la soledad, México, FCE, 1969. p. 140

Categoría: 
Artículo
Época de interés: 
Porfirismo y Revolución Mexicana
Área de interés: 
Historia de las Ideas

sobre Salazar Mendoza, "La junta patriótica de la capital potosina: un espacio político de los liberales (1873-1882)"

Autor: 
Verónica Zárate Toscano
Institución: 
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
Síntesis: 
Flor de María Salazar Mendoza, La junta patriótica de la capital potosina: un espacio político de los liberales (1873-1882), Editorial Ponciano Arriaga, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 1999.
 
Reseñado para H-MEXICO por
Verónica Zárate Toscano,
 
Instituto de Investigaciones José María Luis Mora
 
El texto que ahora nos ocupa, La junta patriótica de la capital potosina. Un espacio político de los liberales (1873-1882), fue distinguido con el premio Francisco Peña de Historia, otorgado por el gobierno del Estado de San Luis Potosí. Originalmente fue presentado como tesis para obtener el grado de maestría en historia y ahora se da a conocer a un público más amplio.
El estudio de las Juntas Patrióticas de San Luis Potosí, le permite a Flor de María Salazar Mendoza realizar una exhaustiva reconstrucción de los actores políticos de este estado durante la República Restaurada y la primera etapa del Porfiriato. Y a través del estudio de este caso concreto, contribuye significativamente al entendimiento de la estructura política que imperaba en todo el país a fines del siglo XIX.
Para esta investigación, la autora ha aprovechado la rica documentación que se custodia en el Archivo Histórico de San Luis Potosí. Asimismo, ha tenido acceso a dos archivos particulares cuyos fondos han resultado muy importantes e igualmente ha trabajado en diversas bibliotecas, tanto de San Luis Potosí como de la Ciudad de México, de donde ha obtenido manuscritos e impresos fundamentales para el tratamiento de su objeto de estudio.
Mediante una cuidadosa estructura, el libro nos lleva a través de la historia de las juntas patrióticas, desde sus orígenes, su organización y estructura, sus protagonistas y sus reglamentos para terminar con su suspensión. Asimismo, se ocupa de exponer la importancia que revistió el erigir un monumento a Miguel Hidalgo, padre de la patria, como concreción de la política liberal. Pero vayamos por partes.
Sabemos que entre los primeros pasos dados para organizar las festividades cívicas, estaba el nombramiento de aquellos connotados ciudadanos que debían formar parte de la Junta Patriótica. Ésta se encargaba de reunir y manejar los fondos, formar el programa de actividades, nombrar a los oradores, etc. Sin embargo, no debemos creer que los nombramientos estaban exentos de conflictos. Podría darse el caso de que alguno de los elegidos, por diversas razones, se negara a pertenecer a dicha asociación. Pero también podría generarse una cierta competencia entre diversas personas que se consideraran a sí mismas como las indicadas para organizar las festividades y que no siempre eran incluidas entre los responsables. Las Juntas Patrióticas se establecían en las poblaciones principales de todas las entidades del país, y procuraban involucrar a los vecinos de toda la región en donde se celebrarían las fiestas patrias. De esta forma, extendían su radio de acción así como sus intenciones de conformar una Memoria Histórica Nacional.
Para el caso de San Luis Potosí, sobre todo al final del periodo estudiado por Salazar, se generó una competencia entre dos instancias cuyas funciones se contraponían. A partir de 1879, la autora vislumbra los motivos que llevaron a la desaparición de la Junta Patriótica, argumentando que el Ayuntamiento de la capital potosina había comenzado a intervenir en la organización de los festejos desplazando a la Junta Patriótica. Afirma que, finalmente, en enero de 1882 se instaló una nueva Junta, compuesta por los miembros de la generación porfirista, tal vez con "la finalidad de fraguar su desaparición". Efectivamente, el 11 de noviembre de ese mismo año, mediante un decreto del gobernador, se ratificaba que las comisiones del Ayuntamiento serían las encargadas de organizar "las funciones cívicas", con lo cual las Juntas resultarían obsoletas.
Aunque todo lo anterior resulta por demás explicable, desde el 16 de enero de 1877, Porfirio Díaz ordenó que cesaran en sus funciones, "considerando que las Juntas Patrióticas han caído en descrédito, porque en manera alguna han correspondido al objeto de su institución y teniendo presente, además, que por la naturaleza de sus funciones, los ayuntamientos son los que deben tener a su cargo la dirección de las festividades establecidas en conmemoración de los hechos más notables de nuestra historia".
Lo que nos llama la atención es el retraso con que se cumplían las órdenes federales ya que podría decirse que, durante esos cinco años que transcurrieron entre el decreto de Díaz y el del gobernador potosino Pedro Díez Gutiérrez, se había vivido, para este caso particular, en un estado de desobediencia a la autoridad central. Podríamos especular que ese era el tiempo que había tomado a las autoridades locales el analizar la pertinencia de aplicar el decreto en el estado.
Pero lo que también resulta indiscutible, es que, como bien dice la autora, se empezaban a hacer evidentes las diferencias entre las maneras de actuar de dos generaciones de políticos: la de los liberales que habían restaurado la república, y la de los afines a Porfirio Díaz que trataban de introducir nuevas modalidades. Los primeros abrían sus canales de comunicación y sus medios de acción para permitir la participación de corporaciones compuestas de ciudadanos reconocidos quienes aprovecharon la pertenencia a las Juntas como una plataforma política. Los segundos, en cambio, se apoyaron plenamente en las instituciones establecidas sin permitir la intromisión de elementos que resultaran ajenos a los intereses gubernamentales.
Una de las tantas contribuciones de este libro es que reúne los principales datos biográficos de los personajes que pertenecieron a la Junta Patriótica o que participaron en la organización de las fiestas cívicas entre 1873 y 1882. Podríamos decir que la información, incluida en el Apéndice I, sigue el modelo de estudio prosopográfico que François Xavier Guerra realizó para su libro Del Antiguo Régimen a la Revolución. Analizando la información de manera sistemática, la autora ha podido establecer las relaciones entre los miembros de la elite potosina, su filiación política, su profesión. Todo ello queda explicitado en dos cuadros que cierran el segundo capítulo. En otras palabras, con estos datos nos proporciona una galería de los notables potosinos del último tercio del siglo XIX.
Un aspecto que se ha dejado de lado en el libro, es el análisis del financiamiento de las fiestas, con el cual se obtendrían muchas pistas para entender las redes y relaciones establecidas entre los miembros de las juntas y las instancias de poder que contribuían a la realización de las festividades cívicas, pero también con los miembros de la elite económica, política y social del estado, interés que la autora manifiesta a lo largo de su texto. El financiamiento de las ceremonias y su repercusión en las finanzas es una muestra más de las relaciones de poder entre las autoridades federales, las del gobierno del Estado y las de los ayuntamientos. Ante la insuficiencia de dinero proveniente de las instancias gubernamentales, los organizadores se vieron en la necesidad de apelar a los bolsillos de particulares y de las corporaciones a fin de cubrir todos los gastos. Este hecho tuvo como resultado una política de vinculación entre el gobierno y la sociedad civil. Desde el momento en que se solicitaba su participación, se les concedía un papel fundamental en el fomento de la política festiva. Desafortunadamente, en el libro sólo se menciona una lista de contribuyentes pero sin ahondar en el análisis un documento al cual podría sacársele mayor provecho.
Pero, ¿en qué consistía la festividad? Salazar afirma que entre 1873 y 1882 "se repitió un esquema similar" y nos remite al apéndice 3 en el que incluye casi todos los programas de los años 1874 a 1879. En el cuerpo del texto sólo se detiene un poco más en el programa de las festividades de 1876, las últimas organizadas por los miembros de la generación de la República Restaurada, para demostrar ciertos cambios introducidos en las actividades. Si comparáramos dichos programas entre sí y también con los de otras localidades, encontramos que seguían patrones similares. Los cambios podrían ser en cuanto al orden de ejecución de cada una de las actividades del programa, pero ocasionalmente también había espacio para la improvisación.
Ahora bien, Flor Salazar reconoce que, durante el periodo de 1873 a 1876, la Junta Patriótica "fue aprovechada por el grupo político [...] para transmitir sus ideas a través de discursos y poemas". En este sentido, adquiere relevancia el uso de la palabra de aquellos que explícitamente habían sido convocados para participar en la celebración y que con sus discursos, oraciones cívicas, poesías, arengas, himnos, etcétera, contribuyeron a la formación y consolidación de las imágenes sobre la nación. Y como los miembros de las juntas eran hombres con preparación intelectual, fueron ellos los encargados de escribir los discursos cívicos. Con una muy cuidadosa utilización del lenguaje, los oradores de las festividades de cada lugar se insertaban en la celebración nacional imprimiéndole a la vez rasgos propios de cada una de las zonas estudiadas y de cada uno de los momentos. Es evidente el papel que desempeñaron los oradores de las fiestas cívicas para difundir el mito fundacional. Como una muestra, pueden revisarse los discursos y poesías pronunciadas en la inauguración de la estatua de Hidalgo, que se incluyen en el apéndice 2. Y también, para ampliar el tema, es altamente recomendable la lectura del texto de Sergio Cañedo Gamboa "El discurso político en la fiesta de la independencia en San Luis Potosí (1824-1847)", quien se ocupa de los discursos festivos de la primera mitad del siglo.
Otro aspecto relevante del libro es el seguimiento que se hace sobre la construcción de un monumento a Miguel Hidalgo, padre de la patria y modelo de exaltación por parte de los liberales. Un hecho muy significativo en nuestra historia "patria" es que, aunque el cura Hidalgo fue, casi incuestionablemente, considerado el padre de la patria desde los inicios del México independiente, prácticamente no se hicieran monumentos que honraran su memoria durante buena parte del siglo XIX. De hecho, en la ciudad de México se proyectó durante largos años el levantamiento de una estatua y para fines del siglo, apenas existía un busto de Hidalgo. En cuanto a las iniciativas monumentales de otras regiones del país, sabemos que el presidente Benito Juárez había decretado en 1863 que se levantara uno en la villa de Dolores Hidalgo pero en ese momento, no fue posible realizarlo por la invasión francesa. Posteriormente, en 1885, se pidió la cooperación de las municipalidades del país para poder hacerlo. Finalmente, el monumento se inauguró en 1887 y sigue en pie.
Por estos motivos resulta tan relevante el hecho de que en San Luis Potosí si se haya llegado a levantar la estatua en un momento histórico tan significativo. Sabemos que el estado de Chihuahua solicitó la cooperación de otras entidades para construir el monumento y que esta iniciativa fue retomada por San Luis Potosí. Llama la atención que el sitio escogido para el emplazamiento de la escultura en la capital potosina fuera precisamente el que ocupara un obelisco que conmemoraba la rendición, en 1825, del castillo de San Juan de Ulúa, último reducto español. El simbolismo que está tras esta decisión es por demás elocuente: conmemorar el principio de la gesta revolucionaria, personificado en Hidalgo, desplazando así el recuerdo del final de la dominación española. Durante la primera mitad del siglo, se debatió en torno a la pertinencia de conmemorar el 16 de septiembre, inicio de la lucha, o el 27 de septiembre, consumación de la independencia. Y los gobiernos liberales apostaron por el héroe del comienzo y no por el consumador, razón por la cual Agustín de Iturbide y el 27 de septiembre permanecen fuera del calendario festivo oficial. Pero esa es otra historia.
En resumen, podría decir que el libro de Flor de María es una contribución muy importante para entender los mecanismos utilizados por los miembros de las generaciones de la República Restaurada y el Porfiriato, los notables de San Luis Potosí, para organizar las fiestas cívicas en una década tan convulsa como 1873-1882. En el texto se hacen patentes los cambios y permanencias de la elite potosina la cual, en sus distintas generaciones, creó un espacio político en las Juntas Patrióticas, encaminado a buscar y establecer los mecanismos necesarios para la fijación del proyecto de nación en la memoria histórica de los mexicanos. Esta obra sobre La junta patriótica de la capital potosina ocupará un lugar relevante en la historiografía mexicana.
 
Verónica Zárate Toscano
Instituto de Investigaciones José María Luis Mora
zarate@sni.conacyt.mx
 

Categoría: 
Reseña
Época de interés: 
Porfirismo y Revolución Mexicana
Área de interés: 
Historia Cultural

Perfil académico

Datos generales
Nombre: 
Marina
Apellidos: 
Altamirano
País de residencia: 
Argentina
Ocupación: 
Estudiante de grado
Institución de estudio o trabajo: 
ISP Dr. Joaquín V. González
Época de interés: 
Colonial
Contemporánea
General
Los Años Recientes
Porfirismo y Revolución Mexicana
Prehispánica
República, Imperio y Reforma
Revolución e Independencia
Área de interés: 
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Historia Regional
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Historia Universal
Historiografía
Teoría, Filosofía y Metodología de la Historia

sobre Purnell, "Popular Movements and State Formation in Revolutionary Mexico: The Agraristas and Cristeros of Michoacán"

Autor: 
Andrew G. Wood
Institución: 
University of California, Institute for Mexico and the United States
Correo electrónico: 
Síntesis: 

Jennie Purnell, Popular Movements and State Formation in Revolutionary Mexico: The Agraristas and Cristeros of Michoacán,. Durham: Duke University Press, 1999. 271 pp. Tables, maps, notes, bibliography and index. $17.95 (paper) ISBN 0-8223-2314-1 $49.95 (cloth) 0-8223-2282-x

 Reviewed for H-Mexico by Andrew G. Wood <agwood@ucrac1.ucr.edu>

University of California, Institute for Mexico and the United States (UC - MEXUS), Riverside, CA.

 Jennie Purnell's comparative study of two rival social movements in Michoacán during the 1920s is well researched and theoretically balanced. Coming in the wake of Joseph and Nugent's 1994 Everyday Forms of State Formation, Purnell offers a post-revisionist approach that takes seriously the role of popular groups in the formation of post-revolutionary society. Purnell adeptly synthesizes the efforts of earlier historians (i.e. Luis González, Jean Meyer, David Bailey and Paul Friedrich among others) and then adds her own data gathered in Mexican archives to explain whom, where and why certain peasants became cristeros or agraristas. The most important variables in each of her cases relate directly to local history and culture.

Purnell writes "we need to take a closer look at what different peasants had to say" about political issues rather than sorting them into unspecific sociological categories. So called counter-revolutionary groups such as the cristeros are significant for Purnell because they "advanced popular goals" that ran counter to the designs of both revolutionary and reactionary elites. Instead, what explains the emergence of popular political identity (i.e. cristero, agrarista) and corresponding character of state formation according to Purnell -writing as a political scientist- is "different local historical experiences." Instead of deploying pre-made social movement theories to explain her individual cases, the author argues that "partisanship in the cristero rebellion, as in the revolution before it, was very much a local affair, rooted in specific histories and cultures that do not correspond well to class categories, ethnicity, or degrees of religiosity" (p. 10).

Having set an approach centered on local conditions, Purnell provides important background to postrevolutionary collective action in Michoacán by first considering the influence of nineteenth century liberalism on property and community politics. Here, she charges that liberal discourse is important because it "established a strong ideological link between the regulation of property rights, the secularization of society, and the consolidation of a sovereign state that was drawn upon and reelaborated by revolutionary state makers and popular groups alike in the course of conflicts over agrarianism and anticlericalism in the 1920s" (p. 21). Borrowing from different interpretations of nineteenth century liberalism, agraristas emphasized the central role of the state in shaping society while Catholics challenged growing state intervention by stressing individual rights and local autonomy. This tension soon became apparent in Michoacán after the revolution when the administrations of Francisco Múgica (1920-22) and Lázaro Cárdenas (1928-32) initiated state reforms. Their efforts gave rise to strong opposition from elite and popular groups including those who participated in the cristiada of 1926-29.

Purnell's explanation as to why the cristiada took shape in central west region of Mexico and not elsewhere stresses not so much class, ethnicity or the institutional strength of the Church but rather "the survival of large numbers of communities and their constituent institutions related to land, religious practice, and political authority, as well as concrete threats to these institutions in the form of revolutionary state formation" as essential factors which gave rise to rebellion (p. 22). According to the author, the highland areas near the city of Uruapan illustrate this trajectory as well as various smallholding ranchero groups settled to the northwest (chapters 6 and 7). Conversely, Purnell argues that in areas where communities did see a loss of autonomy and decline in shared religious practice (such as in the largely Indian Zacapu region) postrevolutionary state-sponsored agrarianism was more likely to take hold (chapter 5). Given the material offered in support of her claim combined with comparative glances to other regions gleaned through secondary sources, Purnell's argument certainly appears well grounded.

While Popular Movements and State Formation presents a clear argument and plenty of information on local communities, I sometimes found the narrative almost too detailed at times. With only two maps to help illustrate the book, the publishers also could have helped make the author's presentation a bit more visually appealing by including an occasional photo. Minor complaints aside, Jennie Purnell has made a solid contribution to a growing new generation of historical literature focused on postrevolutionary popular movements in Mexico.

 
Andrew G. Wood <agwood@ucrac1.ucr.edu>

Postdoctoral Historian

University of California

Institute for Mexico and the U.S.

Universitywide Headquarters

Riverside, CA 92521-0147

phone: (909) 787-3566

fax: (909) 787-3856

 

Categoría: 
Reseña
Época de interés: 
Porfirismo y Revolución Mexicana
Área de interés: 
Historia Política
Historia Social

Perfil académico 6328

Datos generales
Nombre: 
Felipe
Apellidos: 
Villegas Rojas
País de residencia: 
México
Ocupación: 
Otro (utilice el campo siguiente)
Otra ocupación: 
Independiente
Institución de estudio o trabajo: 
----------------------------
Época de interés: 
Porfirismo y Revolución Mexicana
Área de interés: 
Historia Cultural
Historia de la Vida Cotidiana
Historia de las Ideas
Historia Económica
Proyecto personal
Título del proyecto, área de interés o motivo de suscripción: 
Regeneración 1900-1906. Representaciones de la opinión pública.
Otra información
E-mail de contacto: 

Perfil académico 6268

Datos generales
Nombre: 
Rebeca
Apellidos: 
vergara rosales
País de residencia: 
México
Ocupación: 
Estudiante de Posgrado
Institución de estudio o trabajo: 
unam
Época de interés: 
Porfirismo y Revolución Mexicana

Perfil académico 6213

Datos generales
Nombre: 
anabel
Apellidos: 
velasco reynaga
País de residencia: 
México
Ocupación: 
Empleado (empresa privada)
Otra ocupación: 
Bibliotecario, historiadora, editor
Institución de estudio o trabajo: 
Universidad de Guadalajara/ UNAM/ CONACYT
Época de interés: 
General
Porfirismo y Revolución Mexicana
República, Imperio y Reforma
Revolución e Independencia
Área de interés: 
Historia Social
Historiografía
Teoría, Filosofía y Metodología de la Historia
Proyecto personal
Título del proyecto, área de interés o motivo de suscripción: 
Historia de la Tecnología
Descripción: 

Historia del sistema de produccion del armamento durante el porfiriato.

Otra información
E-mail de contacto: 

Perfil académico 6218

Datos generales
Nombre: 
Dinorah
Apellidos: 
Velasco Robledo
País de residencia: 
México
Ocupación: 
Investigación
Otra ocupación: 
Historiador
Institución de estudio o trabajo: 
Casa de Moneda de México
Época de interés: 
General
Porfirismo y Revolución Mexicana
República, Imperio y Reforma
Área de interés: 
Bibliotecas y Archivos
Historia de las Religiones
Historia Social
Proyecto personal
Título del proyecto, área de interés o motivo de suscripción: 
Asociaciones católicas, Casa de Moneda de México, religiosidad popular
Descripción: 

Historia de Casa de moneda de México. 

Analizar las diversas asociaciones católicas de el último tercio del siglo XIX.

analizar la religiosidad popular a través las manifestaciones de fe como las procesiones católicas. 

Otra información
Actividades de difusión: 
<p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p> <p class="s5" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: center; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">Pl</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">&aacute;ticas y conferencias noviembre - diciembre&nbsp;</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">2015</span></p> <p class="s5" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: center; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">&ldquo;</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">Memoria hist&oacute;rica y numism&aacute;tica de la Casa de Moneda de M&eacute;xico</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">&rdquo;.</span></p> <p class="s2" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p> <p class="s2" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">Dentro de la conmemoraci&oacute;n de los 480 a&ntilde;os de la Casa de Moneda de M&eacute;xico, conocer sobre su historia, sus espacios, sus operaciones y su importancia dentro del devenir nacional constituyen temas sustanciales para ser expuestos y difundidos entre aquellos interesados de la historia econ&oacute;mica y numism&aacute;tica del pa&iacute;s.</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;">&nbsp;</p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">17 noviembre. In&eacute;s Herrera.&nbsp;</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">La Casa de Moneda de M&eacute;xico y su papel en el desarrollo y configuraci&oacute;n de la econom&iacute;a y pol&iacute;tica mexicana durante el siglo XIX</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">24 noviembre.</span><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">Gabriela Silva Antonio</span><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">/Dinorah Velasco Robledo</span><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">.&nbsp;</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">La Casa de Moneda a trav&eacute;s de su Archivo Hist&oacute;rico.</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">1&deg; diciembre.&nbsp;</span><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">Francisco Javier Beltr&aacute;n Abarca.&nbsp;</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">Alcances y limitaciones sociales de la Casa de Moneda de M&eacute;xico, 1820-1840.</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">8 diciembre.&nbsp;</span><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">Salvador Garc&iacute;a Lima.&nbsp;</span><span class="s4" style="line-height: 21.600000381469727px; font-weight: bold;">140 a&ntilde;os de producci&oacute;n numism&aacute;tica.&nbsp;</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p> <p class="s5" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: center; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">Informes</span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span class="s2" style="line-height: 21.600000381469727px;">Dinorah Velasco Robledo&nbsp;</span><span class="s6" style="line-height: 21.600000381469727px; color: rgb(0, 0, 255);"><a href="mailto:dvelasco@cmm.gob.mx">dvelasco@cmm.gob.mx</a></span></p> <p class="s3" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; line-height: 21.600000381469727px; text-align: justify; color: rgb(0, 0, 0); font-family: -webkit-standard; font-size: 18px;"><span style="line-height: 21.600000381469727px;">&nbsp;</span></p>
E-mail de contacto: 

Perfil académico 6229

Datos generales
Nombre: 
Francisco
Apellidos: 
Velazquez
País de residencia: 
México
Ocupación: 
Investigación
Otra ocupación: 
Docencia (enseñanza media superior)
Institución de estudio o trabajo: 
El Colegio de Jalisco
Época de interés: 
Colonial
Porfirismo y Revolución Mexicana
Área de interés: 
Historia Cultural
Proyecto personal
Título del proyecto, área de interés o motivo de suscripción: 
De haciendas a ejidos, reparto agrario y vida cotidiana en Jalisco
Otra información
E-mail de contacto: 

Perfil académico 5976

Datos generales
Nombre: 
Jacinta
Apellidos: 
Toribio Torres
País de residencia: 
México
Ocupación: 
Estudiante de Posgrado
Institución de estudio o trabajo: 
El Colegio de San Luis, IIHS.UV
Época de interés: 
Colonial
Contemporánea
General
Los Años Recientes
Porfirismo y Revolución Mexicana
Prehispánica
República, Imperio y Reforma
Revolución e Independencia
Área de interés: 
Bibliotecas y Archivos
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Teoría, Filosofía y Metodología de la Historia
Proyecto personal
Título del proyecto, área de interés o motivo de suscripción: 
Conflicto y políticas agrarias en la construcción de comunidad e identidad: Ixhuatlán de madero 1910-1992
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