Historiografía
Territorio, nación y soberanía: Matías Romero ante el conflicto de límites entre México y Guatemala.
Toussaint, Mónica y Mario Vázquez Olivera. Territorio, nación y soberanía: Matías Romero ante el conflicto de límites entre México y Guatemala. Secretaría de Relaciones Exteriores. 2012. 168p. + 1 disco compacto
La integración del territorio nacional fue un tema crítico de la historia de México durante el siglo xix. En el caso de Chiapas y el Soconusco, su agregación a nuestro país dio lugar a fuertes controversias que por largo tiempo impidieron llegar a un acuerdo limítrofe con las repúblicas de Centroamérica y Guatemala. En la solución de esta cuestión territorial jugó un papel sobresaliente el diplomático de origen oaxaqueño Matías Romero (1837-1898). Además de encabezar buena parte de las negociaciones que condujeron a la firma del Tratado de Límites de 1882, Romero realizó un ingente trabajo de rescate documental encaminado a estructurar el alegato mexicano desde el punto de vista jurídico. A la vez, dio forma definitiva a la versión mexicana sobre la unión de Chiapas y el Soconusco.
En la historiografía nacional el Bosquejo histórico de Matías Romero ha dejado una huella perdurable. Pero, extrañamente, hasta hoy el libro de Romero no había sido reeditado. Desde luego, nuevos tiempos obligan también a nuevas maneras de aproximarnos al pasado. Aun así, esta obra constituye una referencia indispensable no sólo como vasto compendio de documentos de la época, sino también como testimonio historiográfico de un tiempo en que el Estado mexicano reclamaba un espacio y un destino propios.
Diario de Ángel Calderón de la Barca. Primer Ministro de España en México.
Soto, Miguel. (Estudio introductorio y notas). Diario de Ángel Calderón de la Barca. Primer Ministro de España en México. Secretaría de Relaciones Exteriores/ Acervo histórico Diplomático/ Southern Methodist University. 2012. 344 p.
En 1836 México y España firmaron un Tratado de Amistad y Comercio; con él terminaron un conflicto que inició en 1810 y que después de 1821 se convirtió en una contienda internacional. Para fomentar las relaciones entre ambos países llegó a la antigua Anáhuac, en 1839, Ángel Calderón de la Barca, primer ministro hispano. Este diplomático elaboró un diario durante su gestión, y ese es el texto que el lector tiene ante sí. El Diario ilustra a un estudioso sensible que no compite con el sabor de las descripciones hechas por su mujer, Fanny Calderón, en su obra La vida en México, pero que ofrece a cambio elementos fundamentales para la comprehensión de las sociedades mexicana y española —así como algo de la cubana— al despuntar la crítica década de 1840. En festivales cívicos, ceremonias religiosas, tertulias académicas o pronunciamientos armados, Ángel Calderón retrata la transición difícil de una comunidad unirreligiosa y pretendidamente recatada a una sociedad más abierta; todo ello adosado con la participación de múltiples sectores sociales, en un sistema que aspira aún a la rigidez corporativa, ante la mirada inquieta de agentes extranjeros ávidos de ganancias.
