Colonial
El madero y la piedra. Historia, arte y devenir de la cofradía de la Santa Veracruz y sus iglesias en el San Luis Potosí virreinal
J. Armando Hernández Soubervielle, El madero y la piedra. Historia, arte y devenir de la cofradía de la Santa Veracruz y sus iglesias en el San Luis Potosí virreinal, El Colegio de San Luis / Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2015, 270pp., ilustraciones. ISBN: 978-607-9401-43-6
Se gana tiempo, es decir se trabaja con claridad, amplitud y diligencia cuando se hace la historia de un edificio. Ya lo demostró el autor reconstruyendo las historias complejas del actual palacio de gobierno y de lo que fueron las alhóndigas de San Luis Potosí. Pero esta vez no se trata de piedra y poder, de adobe y maíz, sino de piedra y madero, aquí el venerable Lignum Crucis. Es decir que la ambición es aún más alta en esta obra: aquí la religiosidad envuelve lo material, acompaña la humilde ermita construida hacia 1592; y todo se transmuta más adelante con el sueño de una cofradía por construirse una iglesia primorosa. Con una hazaña más: felizmente el autor encontró el plano y el dibujo de esa iglesia proyectada a partir de 1620, y pudo hilvanarlos en el tejido cultural de un real de minas todavía joven. Esas páginas centrales, tras las huellas de una influencia arquitectónica italiana directa o no, llevan el sello de un maestro confirmado.
Y con esto, el arte, la arquitectura, el urbanismo y lo social se amalgaman en este estrecho crisol. En filigrana están las exhalaciones de una comunidad en su convivencia. Esta hermandad de gente principal tiene como atribución dar sepultura a los ajusticiados. La planta venenosa del crimen hunde sus raíces, literalmente, en el subsuelo de la iglesia, junta-mente con los restos de los hermanos distinguidos.
La ambigüedad, no únicamente social y moral, resume buena parte de la historia de la cofradía y su edificio, sobre todo a partir de 1624 cuando los jesuitas se hacen con una construcción e inevitablemente cargan con una corporación. Los fines eran difícilmente compatibles, las tensiones se fueron manifestando rápidamente. Cual cangrejo ermitaño, al cabo de un siglo la Compañía se desasió jurídicamente de la hermandad. ¿Fueron sus cofrades los únicos en San Luis en felicitarse de la expulsión de 1767? En realidad ya poca savia les quedaba.
Retoño del Madero, arca de piedra, la Vera Cruz acompañó el primigenio real de San Luis. Se opacó cuando éste se estabilizó; desapareció cuando la ciudad estaba a punto de convertirse en capital de intendencia.
Thomas Calvo, El Colegio de Michoacán
Corrupción y contrabando en la Península de Yucatán. De la Colonia a la Independencia
Libro: Corrupción y contrabando en la Península de Yucatán. De la Colonia a la Independencia. Editados por la Secretaria de la Cultura y las Artes de Yucatán-Conaculta.
Este libro se divide en cinco capítulos. En el primero el autor va desde los apuntamientos de lo que se puede denominar corrupción en la vida colonial, recalcando la ausencia de ese concepto en la vida novohispana, hasta el ilustra las fórmulas y expresiones que escondían ese tipo de acciones utilizadas en el argot de los hispanoamericanos. En el capítulo siguiente se apunta y ejemplifica la continuidad de una práctica consuetudinaria que, de la etapa colonial, prosiguió en la vida independiente, aunque ya con visos de ilegalidad.
En el siguiente capítulo se presenta a un funcionario menor que se localizaba en la costa, el llamado vigía o vela, cuya tarea fue celar el horizonte marino en prevención de algún avistamiento enemigo; el siglo XVII a esa labor se le sumó la de evitar el contrabando. No obstante aquello, en la práctica, y en el estudio se demuestra, que las vigías fueron puertas de entrada del comercio ilegal y sus encargados gente corrupta.
En el cuarto capítulo se presenta la hipótesis de la conformación de una red social para la introducción del contrabando, éste como una de las formas presentes y penalizadas de la corrupción. En ese esquema que se divide metodológicamente en tres áreas geográficas, los vigías, jueces de partido, subdelegados, caciques indígenas, militares diversos, y hasta gobernadores, son señalados como integrantes de la red que permitía el contrabando. Como parte final de este estudio histórico- antropológico, se ofrece un esquema de mercadeo para entender la posible llegada y distribución de las mercancías por todas la península.
Una obra que resumen el devenir de la corrupción en la región desde tiempos coloniales y muestra que muchas facetas de ese problema no son actuales, aparejada de la impunidad de ciertos sectores.
