Los Años Recientes
Veracruz, Tierra de Cañaverales. Grupos Sociales, Conflictos y Dinámicas de Expansión
Este libro está conformado por siete capítulos que analizan el cultivo de la caña de azúcar y los ingenios azucareros, los grupos sociales –los trabajadores, dueños de fábricas, productores– relacionados con ellos y sus estrategias y organizaciones, así como las dinámicas de expansión y producción que conoció la actividad a lo largo del tiempo. Los autores estudian varios periodos, desde el siglo XVIII hasta la actualidad, y distintas regiones productoras del actual estado de Veracruz (cuenca Baja del Papaloapan, Golfo de México, región-centro) o el estado en su totalidad, lo que les permite ofrecer al lector una visión amplia y completa de la temática.
Tlacotalpan y el renacimiento del son jarocho en Sotavento
Bella y armoniosa como un decorado de teatro, con sus luminosos y bien dispuestos portales, Tlacotalpan se antoja fruto de una revelación de un espejismo que pareciera emerger de la nada, entre las aguas y el cielo de Sotavento. La Perla del Papaloapan regala a quien mira la sensación de provenir de la imaginación… Sin embargo, no hay que equivocarse. Pese a su aura mágica, que la convierte en un mundo diferente donde ilusión y realidad cohabitan sin dificultad, la Perla es un resultado esencialmente humano, es decir, histórico.
Vale la pena asomarse al pasado de Tlacotalpan, a través de un recuento panorámico, de los ingredientes que en el tiempo confluyeron para convertir a la población en la favorita del río de las Mariposas, en la Perla del caudaloso Papaloapan y de la fértil provincia que éste baña, y en una de las ciudades fluviales más entrañables de todo el ámbito del Golfo de México y del mar Caribe.
Este libro ofrece al lector ese recuento histórico y esencial de su desarrollo, pero, además de eso, recupera de manera entrañable y celebratoria algunas de las líneas de la historia del son jarocho, en particular, de su notable renacimiento a partir de los años ochenta del siglo pasado. El fulgor adquirido por Tlacotalpan en las postrimerías del siglo xx, está íntimamente ligado a la revitalización de este género musical regional; a la vez que, en este periodo, el son jarocho encontró en la ciudad ribereña su capital, y su más idóneo y espectacular escenario.
