Tras el estigma del infortunio. Fotografía carcelaria en el primer cantón de Jalisco, 1872-1873

Autor o Editor: 
Laura Benítez Barba, Thomas Calvo, Alejandro Solís Matías (coordinadores). Xochitl Donají Padilla (colaboradora)
Época de interés: 
República, Imperio y Reforma
Revolución e Independencia
Área de interés: 
Historia Cultural
Historia de la Ciencia y la Tecnología
Historia de las Instituciones
Historia Regional
Historia Social
Tipo: 
Libro
Editorial: 
Universidad de Guadalajara / El Colegio de Michoacán, A.C.
ISBN/ISSN: 
978-607-8257-00-3
Índice y resumen de la obra: 

En unos años, hacia 1860-1870, llegan a Guadalajara y Jalisco la modernidad y sus instrumentos: las ideas de la Reforma y sus personajes, tanto Ignacio Vallarta como las colonias de extranjeros y su influencia, la nueva penitenciaría, la fotografía y, más especificamente, la fotografía de presos. Todo esto cae sobre una sociedad tradicional donde los hombres de "calzón blanco" son aún los más numerosos, donde las etiquetas sociales, las conductas son en general mal diferenciadas, salvo entre la estrecha minoría de las élites y la inmensa mayoría de "los de abajo". Es así que la violencia es parte de la cotidianidad: es a menudo colectiva, con las gavillas y otras asociaciones con una base familiar, que hacen que los desacuerdos se resuelvan con riñas, heridas y muertes.

     La penitenciaría de Escobedo, proyecto a largo plazo de las élites tapatías, fue la materialización de la aplicación de un derecho más rígido para el cual el robo es la obsesión (sobre el modelo anglosajón). Después, la introducción de la escuela positiva italiana que hace del imaginario un ser degenerado, contribuye a cambiar la percepción del delito, desorden social contra el cual hay que defenderse. La fotografía de presos responde a esa necesidad: es un instrumento de control contra la reincidencia, es un elemento de diferenciación y estigmatización de la modernidad a la cual quieren acceder los dirigentes jaliscienses.

     La importancia del tema de la fotografía de presos no tiene por lo tanto que ser discutida: está en la encrucijada de la historia social, cultural, del derecho y de la ciencia. ¿Y la historia del arte, ya que es un material visual? Por qué no. No discutimos aquí el estatus del fotógrafo; como veremos, él mismo fue un preso durante un tiempo: artista o artesano de poca importa. Lo cierto es que hay emociones fuertes que corren por esas miradas, hay relatos escondidos en los jirones o destrozos de la ropa, hay temperamentos expresados en la actitud general, desafiante, sumisa o indiferente.