Tiempos de reforma

Autor o Editor: 
Marcelo Hernández Santos
Época de interés: 
Contemporánea
Los Años Recientes
Área de interés: 
Historia Cultural
Historia Política
Historia Regional
Historia Social
Tipo: 
Libro
Índice y resumen de la obra: 

El libro de Marcelo Hernández Santos, Tiempos de reforma [México, UAZ-UPN, 2015, 393 pp.], es una historia de las vicisitudes que han enfrentado las escuelas normales rurales mexicanas frente al embate de la políticas públicas implementadas como reformas con el objetivo de erradicar la tradición de lucha combativa forjada en ellas desde su surgimiento. El autor analiza en cinco capítulos (I. Los maestros del campesino: el misionero y el “iconoclasta”; II. Del líder social al salón de clases; III. La profesionalización magisterial: “inquietud que palpita”; IV. Estudiantes, profesores y autoridades frente a la afirmación del carácter profesional de la educación normal; y V. La reforma permanente y el conocimiento científico-didáctico), desde el caso de la Escuela Normal de San Marcos, Zacatecas, cómo los actores configuran -correlacionan en forma compleja las variables que operan las relaciones sociales y de poder-, en el tiempo largo (1926-1984), es decir, la forma que asumió el proceso de apropiación, readaptación y rechazo de las visiones y concepciones que imponían las medidas escolares. Así, el análisis transita de los orígenes del normalismo rural en Zacatecas, la conformación del maestro como líder social, con tendencias ideológicas socialistas, que en coyunturas específicas se empatan o confrontan con el nacionalismo revolucionario en una permanente lucha hegemónica que aún subsiste en nuestros días y cuyo ejemplo está marcado por los recientes y trágicos hechos ocurridos en contra de los normalistas de Ayotzinapa. Las numerosas reformas a la estructura escolar normalista buscaban formar un maestro apolítico, más urbano y cientificista, que imponía el capitalismo desarrollista. Pero Marcelo Hernández encuentra, sobre todo en la “reforma sustancial de 1975”, que tras el ideal de formación científico-humanista, de profesionalización encaminada a las licenciaturas, maestrías y doctorados, en realidad en las escuelas como en San Marcos, coexistían profundas contradicciones, entre ellas la endémica falta de infraestructura escolar, de “tecnología educativa” y carencia de recursos económicos. Entonces, los planes de estudio, que planteaban la homogeneización formativa y la citada profesionalización magisterial, devenían en mecanismos de control social, en cancelación de acceso paulatino a la educación pública de los sectores campesinos. En suma, las reformas eran más bien instrumentos de mediatización y fuente de legitimación del Estado. En este sentido, el autor concluye: Las medidas educativas aplicadas en la Escuela Normal de Río Grande, luego en la Escuela Regional Campesina de Bimbaletes/Colonia Matías Ramos y, finalmente, en la Escuela Normal Rural de San Marcos, confirman cómo las instituciones fueron selectivas socialmente y han generado “tendencias de desigualdad y segregación educativa de los pobres”, pero no obstante dichas reformas educativas reificaron algunos rasgos: “se sostuvieron en la escuela normal y marcaron su origen, en cambio otros elementos de la cultura escolar fueron inamovibles. Este fenómeno imprimió una peculiar configuración, una específica forma se ser del normalista rural.” 

René Amaro Peñaflores/UAZ.