Se trata de una propuesta museográfica que conmemora el movimiento estudiantil de 1968 en México como una de las protestas estudiantiles que se dieron alrededor del mundo y pusieron en evidencia la rigidez de los sistemas políticos de entonces. Celebra a aquellas y aquellos jóvenes que, para ejemplo nuestro, tomaron los espacios públicos reclamando su derecho a decidir y participar en la política, no como un ejercicio de poder sino como un ejercicio de libertad.