La historia económica en México. Conversación con Carlos Marichal

Autor: 
Antonio Ibarra
Síntesis: 




CONVERSACIÓN CON CARLOS MARICHAL EN EL SALON VIRTUAL "Las Glorias de Clío"

Martes 30 de septiembre de 2003

 

Antonio Ibarra (AI): Hola colegas, estamos en línea con el Dr. Carlos Marichal, presidente de la Asociación Mexicana de Historia Económica y académico de El Colegio de México.

 

Profesor Marichal, a su parecer ¿en qué momento está la historia económica en México, como disciplina de conocimiento?

 

Carlos Marichal (CM): Comparado con otros países, la situación de la historia económica en México es francamente buena, tanto por el número de especialistas como en los temas que trabajan. Esto lo constato por conversaciones con profesores de otros países de América Latina pero también con algunos otros de países del llamado "primer mundo".

 

AI: ¿Tenemos una agenda de investigación propia? Me refiero a si existe una orientación de la investigación que nos distinga hoy en el mundo académico.

 

CM: No existe una sola agenda, ya que cada investigador evidentemente tiene sus prioridades. Pero si hay una serie de campos que han ganado muchos adeptos en los últimos años y se ve en la historiografía de México.

 

AI: Y ¿cuáles serían esos campos? ¿Cómo se podrían caracterizar en relación a nuestras tradiciones historiográficas?

 

CM: En los años de 1970 los campos que atraían más interés se referían a la historia agraria (haciendas y plantaciones), a la historia económica colonial en sentido amplio, y hacia los problemas del atraso, también en sentido muy amplio. Hoy día, en cambio, hay una tendencia a especializarse en el comercio y crédito colonial, en la historia fiscal, en la historia industrial por sectores, en la historia del medio ambiente, en la historia bancaria, etcétera.

 

AI: Y ese giro obedece a un cambio producido al interior de la historiografía mexicanista o por influencia de otras tradiciones?

 

CM: No creo que obedezca tanto a una influencia como al descubrimiento de una gran cantidad de nuevas fuentes. Por ejemplo, cuando se empezaron a encontrar fuentes para la historia fiscal en Sevilla y en México, los investigadores se lanzaron al tema.. Es más bien un problema de la fuente que "pesca" al investigador y lo atrae al tema, antes que a la inversa...

 

AI: ¿Es decir, que se debe en buena medida a una "explosión" en los inventarios de recursos de investigación? Pero ha habido, también, una nueva manera de acercarse a viejos temas ¿no es así? Pienso, por ejemplo, en la historia fiscal: nuevos datos suponen nuevas preguntas y luego enfoques diferentes que conducen a una nueva historiografía...

 

CM: Evidentemente. Hace treinta años se hablaba en términos muy generales sobre el papel del Estado en la economía colonial, enfatizando aspectos institucionales. Hoy en día, a raíz de las fuentes, podemos observar los múltiples niveles en los que se movía el Estado, regiones, ciudades, territorios grandes y chicos...

 

Felipe Castro: Como historiador dedicado a la historia social, la historia económica me ha sido siempre de gran utilidad. Pero, por otro lado, en ocasiones me parece que los estudios tienden a ver la historia económica "desde arriba", tal como la veían los funcionarios de la Real Hacienda o los ministros de Finanzas. Y pienso que también existe una historia económica "desde abajo", que podría ver por ejemplo como se realizaba la recaudación fiscal en concreto, y que significaba el pago del tributo o la alcabala para un contribuyente.

 

CM: Para contestar más concretamente a la pregunta de Felipe, coincido en que se está haciendo una historia fiscal desde abajo, que permite enlazar cada vez más la historia social con la económica.

 

AI: ¿Y eso explica porqué tenemos una nueva mirada sobre la importancia de los aspectos institucionales en el desempeño económico? Quiero decir, la vieja historiografía de las instituciones nos ha heredado un enfoque que está cambiando con nuevas fuentes y problemas ¿no es así?

 

CM: Bueno hay que tener mucho cuidado como definimos instituciones. Recordarás que Douglass North las define como normas y marcos legales más que en relación con el problema de las organizaciones en sí. Yo creo que tenemos que ir definiendo con más claridad que entendemos por historia o marco institucional

 

AI: Y bueno, es un tema abierto... sobre todo en nuestro pasado, obedeciendo a tradiciones mediterráneas e indígenas. Sin embargo ¿el impacto de la nueva historiografía de las instituciones explica algunos cambios en nuestra historia económica académica actual?

 

CM: Yo diría que está teniendo ahora mismo más impacto entre los historiadores económicos en los Estados Unidos y España, pero está desembarcando en México

 

AI: Y si nos ponemos ante el espejo, como historiografía económica, en su opinión ¿con qué escuelas dialoga la historia económica mexicanista?

 

CM: Diría que fundamentalmente con la de los Estados Unidos y con España de manera creciente y con investigadores en Sudamérica, aunque todavía de manera incipiente. Con los Estados Unidos el diálogo se ha ahondado especialmente en cuestiones referentes a historia industrial, historia bancaria, discusiones sobre los orígenes del atraso, etc. En el caso de España quizá sean más importantes las discusiones sobre la economía colonial y la transición a la independencia

 

AI: Y bueno ¿ese diálogo supone un lenguaje común? ¿Algo semejante se está produciendo en la historiografía norteamericana sobre América Latina? ¿Somos interlocutores o simplemente estamos repitiendo esquemas?

 

CM: Creo que en este momento se están logrando avances tan significativas en varios campos de investigación que no estamos repitiendo esquemas sino produciendo nuevas ideas, especialmente en historia económica colonial pero también en la exploración de la historia regional en el siglo XIX.

 

AI: Y en ello supongo interviene también una renovación de enfoques, metodologías y referencias teóricas: Si somos optimistas ¿puede pensarse que nuestra historiografía está generándolas? Claro, de manera pesimista, simplemente diremos que nos estamos poniendo “a la moda". ¿Qué supone usted que está ocurriendo entre los historiadores académicos?

 

CM: Creo que la renovación de enfoques y metodologías se está dando de manera particular por subdisciplinas. Por ejemplo los que trabajan historia fiscal y regional, han creado nuevos puentes que no existían anteriormente en la historiografía

 

AI: ¿Y en ello han intervenido más los historiadores económicos de formación en economía o en historia? Quiero decir, esta renovación también pasa por un mayor peso de la economía moderna en el análisis histórico ¿quienes han influido más en esta renovación temática?

 

CM: Yo diría que cuanto más nos acercamos al presente, más influencia tiene la nueva generación de economistas historiadores. Ello se relaciona con la posibilidad de vincular teorías de economía actuales con los problemas históricos analizados. Si quieres entender el funcionamiento de la banca moderna, por ejemplo, tienes que saber mucho de teoría económica. En cambio si quieres analizar una serie de casas comerciales o de comerciantes banqueros en el siglo XVIII puede ser mas útil un enfoque más tradicional de historiador... AI: Y sí, claro, pero también la cantidad y calidad de la información impone limites a la teoría: Si, por ejemplo, quisiéramos hacer unos estudios sobre las preferencias del consumidor en el siglo XVII tropezaríamos con dificultades insalvables. ¿Cómo ha resuelto la historiografía económica el problema de la abundancia de fuentes, en una época y campo como el fiscal, frente al vacío de fuentes respecto al consumidor?; ¿nos es útil la teoría del consumidor? Por ejemplo, una prosopografía para el análisis de las empresas premodernas...

 

CM: Pueden ser de enorme utilidad las teorías modernas tanto sobre problemas de consumo, como del funcionamiento de mercados financieros como los análisis de la innovación tecnológica, pero diría yo que quienes trabajan la economía de antiguo régimen o del siglo XIX en América Latina tienen que adaptar estas teorías, elaborar sus propios enfoques para hacer más historiables esas teorías. Hay muchas posibilidades de lograr un proceso creativo por parte de los historiadores económicos que eventualmente supongan un diálogo o confrontación con los economistas.

 

AI: Muy bien, entonces tenemos un reto de creatividad, dada la existencia de fuentes y una renovación en el paradigma de la disciplina. Ahora pregunto, ¿en su opinión que trayectoria es previsible en la historiografía económica sobre México?

 

CM: Yo creo que si bien la especialización debe y va a continuar por subdisciplinas, estudios de mercados y empresarios regionales, análisis cada vez más puntillosos de diferentes ramos fiscales, estudios de caso de empresas, etc., lo que se requiere en los coloquios y los seminarios es el debate sobre los presupuestos teóricos o el marco de preguntas que realizan los investigadores. Por ello se deben fomentar debates como el actual...

 

AI: Es manía de los historiadores, sin embargo, trabajar en solitario. ¿Cómo pueden potenciarse estos cambios en la disciplina para una agenda más o menos concertada si se mantiene este habito profesional? Quiero decir, muchas veces los congresos revelan avances, resultados, etc. pero con cierto rezago: ¿que convendría hacer para vincular los esfuerzos y creatividad de la comunidad de historiadores económicos?

 

CM: Efectivamente cuando se organiza y se participa en un Congreso es conveniente ir con una pequeña agenda de hipótesis a discutir para abrir el debate. Es bueno informar a los oyentes de algunos descubrimientos empíricos pero también de las preguntas claves que le llevan a uno a investigar. Esperamos que al organizarse el próximo Congreso de Historia Económica de la Asociación Mexicana de Historia Económica, a celebrarse en octubre del 2004, todos lleguemos con un arsenal de preguntas e hipótesis a discutir, para generar una agenda de debates y futuras investigaciones.

 

AI: Cualquier Congreso Nacional supone un amplio campo de investigaciones y preocupaciones académicas. Este sería el Segundo Congreso: ¿que balance se puede hacer desde aquel primero y las expectativas de hoy?

 

CM: El primer Congreso celebrado en octubre del 2001 incluyó a unas ciento y veinte ponencias y reveló el gran dinamismo y diversidad temática de la disciplina en México. Lo mejor fue que las mesas estaban muy bien organizadas por los coordinadores y esto debe repetirse para fomentar discusiones centradas y estimulantes Pero ahora tenemos un especial interés por atraer a investigadores de las diferentes regiones del país y doctorandos que estén llevando a cabo novedosas investigaciones El propósito general del Congreso es ofrecer un amplio foro donde se pueden conjuntar investigadores de diferentes subdisciplinas que ofrezcan un abanico amplio de los problemas más candentes que se están investigando hoy en día. Esperamos que el tema del Congreso, que se refiere al diálogo entre economía e historia, pueda atraer asimismo a los alumnos de licenciatura y Posgrado a esta disciplina francamente dinámica. Pero no es sólo en el Congreso que se lleva a cabo esta tarea de renovación, como bien sabe Antonio

 

Arturo Cuellar (AC): ¿Y qué nos sugiere a los que nunca hemos participado en un congreso? ¿Cómo podríamos empezar?

 

CM: Para contestar a Arturo, es bastante fácil participar en el Congreso. Se trata de enviarnos una propuesta concreta al sitio de la página de la Asociación Mexicana de Historia Económica (www.amhe.org.mx) o a mi dirección electrónica (cmari@colmex.mx) y lo habrá de considerar un Comité Académico encargado de inscribirlo en una de las mesas que se propondrán entre hoy y enero próximo.

 

AC: Me refiero concretamente a mi caso, pues vivo en los Estados Unidos y me es difícil viajar a México para participar en los diferentes eventos que se organizan allá.

 

CM: Como se va a organizar el Congreso en la Facultad de Economía de la UNAM, utilizando varias salas multimedia, va a posibilitarse la organización de varias mesas interactivas que serán transmitidas directamente en la red, a través de la pagina de la Facultad de Economía (http://herzog.economia.unam.mx ).

 

AC: Muchas gracias Dr. Marichal, tomaré muy en cuenta su atenta invitación. CM: Aunque el Congreso del 2004 es una meta muy importante a la que vamos a echar muchas ganas, debemos tener en cuenta que tratamos de lograr mantener un debate permanente a través de la página y múltiples seminarios de historia económica que se celebran en México en diferentes puntos a lo largo del año. Asimismo en la página de la Asociación tratamos de mantener informados a todos los interesados de las novedades bibliográficas que son muchas y muchos los nuevos temas que están descubriendo los historiadores económicos, día a día.

 

AI: El vinculo permanente es mediante el sitio de la propia Asociación de Historia Económica (www.amhe.org.mx ).

 

AI: Para concluir, agradeciendo al doctor Marichal su tiempo y paciencia, sólo nos resta pedirle nos mantenga la corriente del Congreso y las iniciativas de la Asociación Mexicana de Historia Económica

 

CM: Con gusto.

 

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