Las prácticas educativas y sociales están alejadas de los estándares establecidos que garantizan la igualdad de género para lograr la sostenibilidad, segregando conflictos en las comunidades. En 2015, la Organización de Naciones Unidas, estableció la agenda 2030, para dar cumplimiento a los objetivos de desarrollo sostenible. La igualdad de género, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para la consecución de las metas de la agenda 2030.