Revista Fuentes Humanísticas

Convocante: 
Revista Fuentes Humanísticas
Tipo de convocatoria: 
Ponencia
Fecha límite: 
Vie, 2019-09-13
Correo electrónico: 
Texto de la convocatoria: 
 
Revista Fuentes Humanísticas

Convocatoria

No. 59 (II semestre, 2019)

Coordinadoras: María Luna Argudín/Sonia Pérez Toledo

Editora responsable: Teresita Quiroz Ávila

 

 

¿Una nueva concepción de la biografía?

La biografía, por lo menos, desde las Vidas paralelas de Plutarco, es un antiguo género que tradicionalmente sirvió para explicar el devenir histórico a través de las acciones de hombres extraordinarios que debían de servir de ejemplo para formar a los niños y jóvenes.

En México, con la consolidación de la Independencia en 1821, muy pronto comenzó a construirse un panteón de héroes y antihéroes cuya vida servía de ejemplo y legitimidad, que se disputaron las facciones políticas, como magistralmente indicó Edmundo O´Gorman en su discurso de ingreso a la Academia de Historia Mexicana en 1964. En esa ocasión el historiador presentó su estudio de la construcción en el siglo XIX de dos controvertidos próceres de la patria: Hidalgo e Iturbide, que forman una suerte de anverso y reverso de una misma moneda.  

En el México posrevolucionario a los héroes y antihéroes independentistas se sumaron los caudillos revolucionarios, que fueron recordados en las fechas señaladas por el calendario cívico al que puntualmente convocaron historiadores, juristas, literatos y periodistas, que produjeron una abultada historiografía apologética, que pintó personajes cada vez más planos y acartonados.[1]

Desde la academia norteamericana revisionista John Womack rompió en 1969 esta tradición con su ya clásico Zapata y la revolución mexicana. Un profundo estudio del caudillo y la revolución en el sur, pero sobre todo de los campesinos morelenses, para proponer una controvertida tesis: Emiliano Zapata exigió una reforma agraria y la restitución de las tierras a las comunidades al frente de unos campesinos que no querían cambiar y por eso hicieron una revolución. El estudio de Womack ejerció una indudable influencia en los estudios de la revolución mexicana, pero no vivificó el género biográfico.

Fue en la década de 1990 cuando la academia profesionalizada acudió a la biografía histórica. El primero, Enrique Krauze con Siglo de caudillos: De Miguel Hidalgo a Porfirio Díazuna biografía colectiva que aborda a Hidalgo y Morelos, el imperio de Iturbide y la república de Guerrero, también al siempre controvertido general Antonio López de Santa Anna, así como al proyecto liberal de Benito Juárez y Porfirio Díaz. A este libro siguió Biografías del poder (1993), que gozó de una enorme recepción e impacto mediático, debido a la asociación de Krauze con la cadena de televisión Televisa.

En una nueva edición de los dos estudios señalados, Héroes y mitos (2014), Krauze insistió en que la Revolución mexicana tiene aún un prestigio mítico. Retomó la hipótesis que desarrollara Edmundo O´Gorman en Crisis y porvenir de la ciencia histórica en el sentido de que la Revolución mexicana expresó la tensión entre la cultura tradicional indígena, católica, española y un apremiante impulso de modernidad. Krauze divulgó esta tesis articulándola con su particular imagen de los caudillos.

El Pancho Villa (1998) de Friedrich Katz marcó un nuevo derrotero. Fruto de 20 años de trabajo, con una revisión bibliográfica exhaustiva de Villa y de la revolución mexicana y basado en el estudio de 43 archivos dispersos en muy variadas ciudades, Katz escribió la biografía de Villa y el villismo, inmerso en las condiciones socioeconómicas del estado de Chihuahua, que hicieron posible la sublevación, las cuales el caudillo modificaría con la División del Norte y la confiscación de haciendas. Katz no dejó de estudiar la dimensión internacional con la compleja relación entre el villismo y la Casa Blanca; ni el periodo 1915-1923, que el historiador calificó como “la decadencia moral del caudillo” caracterizada por el saqueo y el asesinato. Cierra su obra con el estudio de la leyenda de Pancho Villa.

Krauze y Katz se insertaron en el despunte de una nueva sensibilidad por la biografía novelada que comenzó a registrarse al mediar la década de 1980 con Morir en el golfo, (1985) de Héctor Aguilar Camín, que relató la historia de vida del líder sindical de Petróleos Mexicanos, La Quina. En los siguientes decenios confluyeron desde distintos campos políticos historiadores y narradores, pero todos contribuyeron a que este género se convirtiese en un auténtico best seller, que actualizaría la disputa por los héroes y antihéroes nacionales.[2]

Sin una recepción tan amplia como la que han gozado las biografías escritas por narradores, desde el profesionalizado taller del historiador y con un indudable impulso de la academia de tradición anglosajona revisionista, se han escrito nuevas biografías históricas que se proponen revisar una época mediante el estudio de la historia de vida de personajes políticos claves en la historia de la primera mitad del siglo XIX y XX mexicano.

El dossier se aproximará a la biografía histórica producida desde la academia en la última década, que ha consolidado una nueva concepción del género.

Se propone como objeto dar a conocer y reflexionar biografías escritas que han contribuido a transformar el conocimiento histórico en fuentes primarias, priorizando personajes históricos controvertidos y por ello mismo buscaron desmitificar la leyenda negra creada por sus coetáneos y que permanece viva ya sea en el imaginario o en la historiografía contemporánea.

Se convoca a los investigadores a que reflexionen sobre cuatro ejes: la elección del personaje histórico biografiado, la metodología, la manera en que construyeron la trama de la historia y su conceptualización sobre el papel del individuo en la historia.

Recepción de trabajos hasta el 13 de septiembre de 2019.

A través del sitio web:

http://fuenteshumanisticas.azc.uam.mx

fuentes@azc.uam.mx

 



[1] Debe por lo menos mencionarse muy notables excepciones, que emergían de una historia en vías de profesionalización como lo fueron José Fuentes Mares y los excursos de Daniel Cosío Villegas y desde el campo de la novela destaca Martín Luis Guzmán con La sombra del caudillo y Memorias de Pancho Villa.

[2] Narrador destacado en la disputa señalada ha sido Paco Ignacio Taibo II, con una muy larga producción entre las que destaca: Cárdenas de cerca: una entrevista biográfica (1994), Ernesto Guevara, también conocido como el Che (1996), y Pancho Villa: una biografía narrativa (2006). Siguieron diversos títulos con un débil soporte histórico, entre ellos, El cura Hidalgo y sus amigos (2007), Temporada de zopilotes: una historia narrativa sobre la Decena Trágica (2009), El Álamo: una historia no apta para Hollywood (2011).