In memoriam Álvaro Matute Aguirre (1943-2017)

Autor: 
Rebeca Villalobos Álvarez
Síntesis: 

In memoriam Álvaro Matute Aguirre (1943-2017)

Álvaro Matute nació en la ciudad de México el 19 de abril de 1943. Tras su paso por el plantel 5 de la Escuela Nacional Preparatoria ingresó a la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de MéxicoComo él mismo lo hizo saber en una entrevista reciente, por aquellos años (1963-64) descubrió que su verdadera vocación se inclinaba hacia las humanidades, más precisamente hacia la historia, aun cuando su formación en ciencia política y sociología había sido fundamental. Como bien han señalado algunos de sus más cercanos discípulos, pocos universitarios han logrado una combinación tan equilibrada entre la docencia, la investigación, la difusión de la cultura y la participación institucional.

Del vasto conjunto de sus aportaciones al desarrollo de la disciplina histórica, destaca su producción historiográfica sobre diversas temáticas como la Revolución Mexicana, la historiografía moderna y contemporánea de México, la teoría de la historia, la política, la educación y la cultura en México. En medio de esta pluralidad de intereses, su obra siempre reflejó la impronta de sus grandes maestros. A lo largo de toda su vida, refrendó en múltiples formas la deuda contraida con el pensamiento de Edmundo O’Gorman. Sus antologías La teoría de la historia en México (1940-1973)El historicismo en México y Pensamiento historiográfico mexicano del siglo XX: la desintegración del positivismo (1911-1935), acompañadas de sus respectivos estudios introductorios, constituyen una referencia obligada y se han convertido, al pasar de los años, en una fecunda invitación al ejercicio crítico y reflexivo del análisis historiográfico. La necesidad de cuestionar los fundamentos de la disciplinahistórica y su utilidad en el ámbito social y cultural, fueron inquietudes centrales en su labor como docente, investigador y divulgador de la historia. A través del ejercicio sistemático y comprometido de estas tareas formó a muchasgeneraciones de historiadores. La Escuela Nacional Preparatoria, la Universidad Iberoamericana, la Escuela Normal del Colegio Mayorazgo, la Escuela Nacional de Antropología, la Universidad Nacional Autónoma de México y El Colegio de México son algunas de las instituciones que se beneficiaron de sus enseñanzas, pero cabe destacar que la Facultad de Filosofía y Letras y el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM fueron los espacios donde ejerció cotidianamente su profesión, de manera ininterrumpida, desde 1970 y hasta su último día

La voluminosa cantidad de libros, artículos, capítulos de libro y reseñas producto de su investigación desafía casi cualquier intento por ofrecer una selección acotada. Pese a ello, resulta imprescindible considerar, además de las obras ya señaladas, textos como Lorenzo Boturini y el pensamiento histórico de Vico (IIH-UNAM, 1974); La carrera del caudillo (Colmex, 1980); Historia de la Revolución mexicana, 1917-1924. Las dificultades del nuevo Estado(Colmex, 1995)El Ateneo de México (FCE, 1999);Aproximaciones a la historiografía de la Revolución mexicana (IIH-UNAM, 2005) y Cuestiones de historiografía mexicana (FFyL-UNAM, 2014). Por lo que se refiere a sus capítulos y artículos, cabe mencionar “Del Ejército Constitucionalista al Ejército Nacional” (1977); “La visión de Edmundo O’Gorman del México nacional” (1978); “Obregón como político” (1981); “El fantasma de la intervención. Los Estados Unidos y México en 1919” (1993); “El elemento metahistórico. Propuesta para una lectura analítica de la historia” (1994); “La historia como ideología” (1997); “Historia y Literatura. Nexo y deslinde” (1998); “De los episodios nacionales a las telenovelas. Balance de la divulgación histórica” (2001); “Lo sublime: un recurso para creer en la historia” (2005, escrito con Evelia Trejo) y “De traidores y héroes. Variaciones sobre un tema de Verdi y Borges” (2016). Este muestrario, limitado como es, da amplia cuenta de la diversidad de temáticas y perspectivas involucradas en el pensamiento de Álvaro Matute. Revela, aunque sea de modo parcial, la fecunda interacción entre la reflexión sobre conceptos y problemas teóricos (la noción de ideología histórica o los fundamentos de la crítica historiográfica) y la explicación de acontecimientos y procesos sociales, intelectuales y políticos de enorme relevancia para la historia de nuestro país. 

La obra de Álvaro Matute nos ha permitido, y seguirá haciéndolo en el futuro, cultivar estas y otras muchas líneas de investigación. El estudio de la filosofía de la historiael ejercicio del análisis historiográfico o la constante reinterpretación de la política, la cultura y las instituciones mexicanas, no se clausuran ante su irremediable pérdida, antes bien, sus enseñanzas nos compelen a plantear nuevas preguntas acerca de estos temas; nos obligan a problematizar la manera en que accedemos al pasado y nos inspiran aimaginar formas vivas y sugerentes para transmitir el conocimiento que producimos. El ejemplo que nos deja, como investigador y maestro, nos ayuda a reivindicar la importancia social de las humanidades en general y de la historia en particularSus intereses intelectuales, sus preocupaciones y sus filiaciones filosóficas (sobre todo el historicismo que siempre profesó), lejos de morir con él, trascienden y se renuevan a través del ejercicio cotidiano y creativo del quehacer historiográfico.  

Álvaro Matute recibió múltiples distinciones en virtud de suinquebrantable compromiso universitario y la calidad de su producción intelectual. Las más notables incluyen el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Premio Universidad Nacional en Investigación en Humanidades y el emeritazgo de la UNAM. A lo largo de su trayectoria académica participó en un sinnúmero de cuerpos colegiados, jurados, consejos editoriales y asociaciones de diversa índole. A través de estas labores, fundamentales para el desarrollo de las instituciones educativas, ratificó una y otra vez su vocación de servicio. Fue capaz, durante más de cuarenta años de ejercicio profesional, de dialogar coalumnos ycolegas, de promover por esta vía no sólo su propia producción académica, sino también la de muchos otros que hemos contraído con él una deuda igualmente entrañable y perenne

 

Rebeca Villalobos Álvarez

Facultad de Filosofía y Letras

Universidad Nacional Autónoma de México

Categoría: 
Obituario