In memoriam: Margarita Carbó Darnaculleta

Autor: 
Antonia Pi-Suñer
Síntesis: 

In memoriam: Margarita Carbó Darnaculleta

La noticia del fallecimiento tan inesperado de la Dra. Margarita Carbó Darnaculleta ha conmocionado a toda la comunidad académica y trabajadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con las siguientes líneas rindo un homenaje póstumo a quien fue mi amiga y colega muy querida.

Conocí a Margarita en la Facultad de Filosofía y Letras, siendo compañeras de banca en la carrera de Historia. Cursamos muchas materias juntas y a ella le gustaba recordar que el maestro Arturo Arnáiz y Freg nos llamaba, con cariño, “las brujas catalanas” si bien nunca supe bien a bien por qué! En efecto, hablábamos catalán entre nosotras pues compartíamos el ser hijas de refugiados catalanes de la misma región de Cataluña, el Ampurdán, el cual siempre se ha distinguido por su tradicionalismo familiar y por su republicanismo innato. Coincidimos también en el Orfeo Catala, donde bailábamos en el Esbart Dansaire,  descollando Margarita por su gracia y belleza, incluso me atrevo a decir que fue la mejor intérprete que ha tenido el grupo a lo largo de los años. Durante estos años conoció a Josep Ribera quien ha sido su compañero de toda la vida.

Tuvimos la suerte de tener unos padres que desde un principio  nos hicieron amar a México, por lo cual siempre nos hemos sentido mexicanas sin dejar de lado nuestro origen catalán. Ambas hicimos toda la carrera académica en la Facultad: licenciatura, maestría, doctorado, y nos incorporamos a su cuerpo docente desde temprano. Si bien nuestros intereses académicos nos llevaron a especializarnos en temas distintos, siempre estuvimos en contacto y seguimos la carrera de una y otra. Yo sabía del éxito de Margarita en sus clases y conferencias sobre la Revolución Mexicana y de su devoción al estudio de dicho periodo y del cardenismo, temas que desarrolló en varios de sus libros y artículos. Su entusiasmo por la historia y las humanidades contagió a sus dos hijas, Eulalia y Anna, quienes son ahora distinguidas académicas.

A Margarita y a mí nos unió, además, un gran amor a nuestra Universidad, a la cual ella estaba dispuesta a servir toda la vida, tal y como me lo comentó cuando me jubilé. Desgraciadamente ya no la encontraremos en los pasillos de la Facultad, con su sempiterna sonrisa y palabras amables y llenas de chispa para todo el mundo, pero estará siempre en nuestros corazones.

Descansa en paz, Margarita querida.

 

Antonia Pi-Suñer

Categoría: 
Obituario