Carta protesta por inundaciones en Archivo Calles-Torreblanca
Dr. Miguel Ángel Mancera
Jefe de Gobierno del Distrito Federal
Presente
El jueves 3 de septiembre por la noche y a causa de las intensas lluvias, las instalaciones del Fideicomiso Archivo Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca (FAPECFT) se inundaron 50 centímetros con aguas negras. Dichas instalaciones están protegidas por una infraestructura que canaliza el exceso de agua pluvial a una cisterna que desagua al drenaje municipal. En varias ocasiones durante los tres meses anteriores los administradores del FAPECFT se comunicaron con autoridades de la Delegación Cuahutémoc para solicitar la realización del desazolve del drenaje, previniendo la posibilidad -como ocurrió- de que existieran obstrucciones que pudieran causar contraflujos. Los trabajos solicitados jamás se llevaron a cabo.
La negligencia de las autoridades delegacionales para atender la demanda provocó un daño aún no bien cuantificado en acervos históricos de relevancia
nacional e internacional donados a la nación en 1986 mediante el citado fideicomiso, que custodia archivos originales de gobiernos postrevolucionarios. Los testimonios históricos dañados pertenecen a las colecciones del general Plutarco Elía Calles, general Álvaro Obregón y de la Secretaría Particular de la
Presidencia de 1920 a 1930 o Fondo Fernando Torreblanca.
Huelga mencionar que se trata de un material inestimable para comprender la formación del México Moderno. Ante estas circunstanciasqueremos manifestar nuestra más enérgica protesta e indignación por la indolencia de las autoridades delegacionales y capitalinas y, desafortunadamente debemos reiterar nuestra exigencia para que se realicen los correspondientes trabajos de desazolve.
Comprendemos que este tipo de siniestros son, en términos generales, causados por una sobreexplotación territorial de la ciudad. Son "la punta del iceberg" de la ambición de construir sin desarrollar previamente servicios y sin que los existentes reciban mantenimiento.
Tristemente advertimos que hoy la ciudad es botín de mal llamados "desarrolladores inmobiliarios" que agotan la posibilidad de devolverle algún equilibrio ecológico y destruyen cotidianamente el patrimonio histórico y urbanístico. Sorprendentemente esto ocurre con la indolencia de funcionarios de la ciudad y delegacionales.
Por último, como otros ciudadanos interesados, le urgimos para que presente publicamente un proyecto de desarrollo urbano de la ciudad en la que se consideren todas sus variables y enfaticé los riesgos que afrontamos.
Atentamente