Habla Melesio. Reseña de varias obras

Autor: 
Verónica Zárate Toscano
Institución: 
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
Síntesis: 
Melesio Morales (1838-1908). Labor periodística, Selección, introducción,
notas y hemerografía de Áurea Maya, México, Centro Nacional de
Investigación, Documentación e Información Musical CENIDIM, 1994, 220 pp.
 
Melesio Morales, Mi libro verde de apuntes e impresiones, Introducción de
Karl Bellinghausen, México, CONACULTA, 1999, (Memorias Mexicanas), XLIX-232 pp.
 
Karl Bellinghausen, Melesio Morales, Catalogo de música, México, Instituto Nacional de Bellas Artes, Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez, CENIDIM, 1999, 100 pp.
 
Reseñados para H-MEXICO por
Verónica Zárate Toscano
Instituto Mora
 
La importancia de la ópera para la sociedad de la capital mexicana del siglo XIX es un fenómeno que llama poderosamente la atención. Si revisamos las crónicas periodísticas de la época, podemos constatar que la interpretación de este tipo de obras musicales, era esperada con ansia y un público relativamente amplio la disfrutaba. Además, de la lectura de las crónicas escritos se desprende que los melómanos decimonónicos estaban más actualizados de lo que pudiéramos imaginar. Las exitosas óperas, sobre todo de la escuela italiana, llegaban a nuestras tierras en un abrir y cerrar de ojos. Escasos años separaban el estreno en las salas europeas del mexicano. Y por supuesto que siempre había algunas obras que eran las favoritas del público y que constantemente se representaban para satisfacer sus exigencias.
En este contexto musical del siglo XIX, se inserta Melesio Morales, el primer compositor mexicano en estrenar una opera en Europa. En efecto, ILDEGONDA se estrenó el 6 de enero de 1869 en el Real Teatro de Pagliano Florencia. Este hecho, le valió a Morales un amplio reconocimiento entre sus contemporáneos. Poco después de la puesta en escena de dicha opera en la ciudad de México, su amigo, el literato y periodista Lorenzo Elizaga publico en El Pájaro Verde del 7 de febrero de 1866 una poesía de la que extraemos lo siguiente:
Y CUANDO EN CLIMAS REMOTOS
NUEVOS LAURELES CONQUISTES,
RECUERDA QUE TUS DEVOTOS
POR DONDE QUIERA QUE EXISTES
TE ACOMPAÑAN CON SUS VOTOS;
QUE ES DE MEXICO TU GLORIA,
QUE TU GENIO AQUI NACIO,
QUE CONSERVA TU MEMORIA
Y SIGUE ATENTO TU HISTORIA
QUE PREZ Y ORGULLO TE DIO.
 
Pero el éxito obtenido no pareció asegurarle un lugar en la posteridad. En 1938, cuando su hijo, el también compositor Julio Morales, se percató de que el centenario del nacimiento de su padre había pasado desapercibido para las autoridades, en el jardín de su casa, quemó las obras que conservaba de Melesio y algunas que él mismo había compuesto. Sin embargo, no todo se perdió y desde 1956, María Morales donó al Conservatorio Nacional lo que quedaba del archivo de su padre y su abuelo. De unos años a esta parte, ha resurgido el interés por la obra y la persona de Melesio. En primer lugar cabe destacar que se han representado algunas de sus composiciones, entre las que destaca precisamente ILDEGONDA, la ópera que le dio fama mundial, la cual se montó, ejecutó y grabó en noviembre de 1994 para la inauguración del Centro Nacional de las Artes. Asimismo, se han dado a conocer tres libros que nos permiten conocer a Maestro Morales, de los cuales nos ocupamos en estas líneas.
El equipo responsable del rescate de Melesio Morales tiene una composición variada, encabezado por Karl Bellinghausen. Junto con Áurea Maya y Eugenio Delgado, ha rescatado los escritos y las partituras del músico. El propio Bellinghausen y los alumnos del Conservatorio, el director de orquesta Fernando Lozano, las sopranos Violeta Dávalos, Silvia Rizo y Constanza del Mar, así como los tenores Raúl Hernández, Rogelio Marín y Leonardo Villeda, entre otros, acompañados de los coros de la Escuela Nacional de Música y de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, junto con su orquesta, así como la Sinfónica Carlos Chávez, han interpretado tanto ILDEGONDA, como ANITA, la ópera póstuma del compositor. Rodrigo Treviño ha ejecutado su PRELUDIO Y FUGA al órgano, Silvia Navarrete ha grabado la paráfrasis que hizo de EL GUARANY, obra del brasileño Carlos Gomes. Y la lista parece aumentar día a día, con la inclusión de mi buen amigo Ignacio Hernández, quien se ha sumergido en cuanto repositorio ha sido necesario para ayudarme a localizar información sobre Melesio. Cada cual a su manera, esta contribuyendo al rescate de la memoria del músico.
Melesio Morales era un hombre versátil y prolijo, según podemos constatar en los tres libros a que nos referimos aquí. Su obra periodística llega al centenar de artículos publicados entre 1863 y 1905, sus composiciones alcanzan la cifra de 130 y sus memorias abarcan de 1866 a 1876. Además, escribió algunos libros como el A B C Teoría musical, que eran utilizados como métodos de enseñanza. Otra de sus labores fundamentales fue que educó en el arte musical a centenares de alumnos, tanto en sus clases particulares como en las que impartió en el Conservatorio. Toda esta producción, nos proporciona tres vías de conocerlo: sus artículos periodísticos, sus memorias, apuntes e impresiones, y sus composiciones recientemente catalogadas. ¿Y qué se desprende de la revisión de estos materiales? Que el Maestro tenia un altísimo concepto de sí mismo. Cuando se ocupaba de critica musical, lo hacia con una agudeza tal que provocaba fuertes reacciones tanto entre los afectados como entre los lectores, porque finalmente su docta opinión, según su criterio, era la que debía prevalecer. Las polémicas en las que se enfrascó fueron resultado de la animadversión manifiesta que le provocaban personajes, hechos y obras. En Labor periodística se incluye una vasta bibliografía y hemerografía sobre Melesio. Acudiendo a los textos ahí citados, se pueden conocer las opiniones y reacciones que generaba el compositor. Pero por otro lado, se revela la antipatía que le provocaba Ángela Peralta, de quien se expresaba en términos peyorativos en sus escritos privados, pero en público prefería mantener un prudente silencio, ya que el "Ruiseñor Mexicano" interpretaría personajes centrales en dos de sus óperas. Finalmente, el hecho mismo de escribir sus memorias sabiendo que algún día serian leídas y comentadas, es una muestra mas de la conciencia que tenia de su peculiaridad, del papel que podría atribuírsele en el desarrollo musical de México. Pero también sus escritos adquieren un tono quejumbroso que lo hacen aparecer como el eterno incomprendido que tuvo que luchar a brazo partido para lograr dar a conocer sus composiciones.
Otro elemento peculiar y relevante en la obra de Morales es el carácter nacionalista que adquieren algunas de sus composiciones, manifestado en sus títulos y contenidos. No es gratuito que la que se reconoce como su primera obra sea El Republicano. Si repasamos el catalogo de sus trabajos musicales, encontraremos por ejemplo la Sinfonía Dios Salve a la Patria, Dulce Patria, Marcha Juárez, La Messicana, Lejos de la Patria y otras más compuestas no sólo como producto de la nostalgia durante su estancia en Europa sino con una intención de contribuir a la construcción y consolidación de la idea de nación. Aunque se ha resaltado que el nacionalismo en la música es posterior y que ha encontrado sus mejores exponentes en Moncayo y Revueltas, ya desde Morales y sus contemporáneos encontramos los antecedentes de esta tendencia.
Las criticas que se han hecho a su obra musical se relacionan con el carácter europeizante e incluso italianista que reflejan. Pero precisamente esas corrientes eran las que estaban en boga en el mundo, e incluso en México durante las décadas intermedias del siglo XIX, eran el modelo a seguir, a imitar y superar. El problema de Melesio es que su gusto se ancló en esas tendencias, se rehusó a aceptar y asimilar nuevas escuelas musicales y a modernizarse, y precisamente su anquilosamiento provocó agrias críticas y provocó que se le hiciera un poco de lado, según sus propias quejas.
Hay un último aspecto que vale la pena resaltar y es la relación de Morales con las autoridades mexicanas. Tanto en los escritos publicados como en documentos custodiados en los archivos, sabemos que se afanó en buscar, y a veces consiguió, el apoyo de las instancias de gobierno para la representación de sus obras. Pero tal vez logró mas gracias a que se insertó en la elite mexicana, ya que algunos de sus más prominentes miembros fungieron como "mecenas" del músico, financiaron su viaje a Europa, lo acogieron en el seno de sus familias y pusieron la educación musical de sus hijos en sus manos, etcétera. Melesio no estaba sólo, tenia el respaldo de personajes importantes y no dudó en manifestarlo en diversas formas. Gracias a los escritos públicos y privados que se han publicado, y al catalogo, podemos constatar esas relaciones y el agradecimiento que no dudó en manifestarles, llegando a dedicarles algunas de sus composiciones. Ha sido en esas tres dimensiones, en las que lo hemos conocido. Por eso, podemos decir que "habla Melesio" y que parece que cada vez hay más personas que lo escuchan. Su sonido proviene del pasado, nos proporciona una forma mas de acercarnos al conocimiento y entendimiento de aquellos seres que nos antecedieron y que dejaron un ambiente musical para deleite de nuestros oídos.
 
Verónica Zárate Toscano
zarate@sni.conacyt.mx
Instituto Mora
 

Categoría: 
Reseña
Época de interés: 
General
Área de interés: 
Historia Cultural