De las nubes a la laguna
Una vez cumplida la Conquista, la Corona asignó a los conquistadores y primeros pobladores de Nueva España el derecho de cobrar tributo y los servicios personales pagados por algunas comunidades indígenas. Estas contribuciones sentaron las bases de la naciente economía e incentivaron a sus beneficiarios, los encomenderos, a establecerse en el territorio conquistado. Entre los lugares de asiento, la ciudad de México destacó por la importancia que heredó de Tenochtitlan y por la centralidad económica, jurídico-político y administrativa que adquirió desde un inicio como sede capital de Nueva España. Este trabajo estudia el vínculo social y económico que existió entre las mixtecas Alta y Baja y la ciudad de México durante el periodo 1522-1560, lo que permite comprender tanto continuidades en la estructura social, política y económica indígena, como las rupturas y los rápidos cambios ocurridos con la aplicación del modelo impuesto. La importancia de considerar en una sola investigación el pago de ciertos productos y su traslado, además, da luz a la estrecha relación -en ocasiones indisoluble- que existió entre tributos y tamemes, o cargadores indígenas, cuya contribución se saldaba con servicios personales.
Lo pueden encontrar en la página de la librería del COLMICH: