A partir del trabajo dramatúrgico de Alejandro Román (autor perteneciente al movimiento de Teatro de Frontera de México del siglo XXI) se estudia la noción de frontera –geográfica, simbólica y virtual– ligada al concepto de identidad, con el objetivo de describir la condición del hombre contemporáneo en el mundo de la violencia. A partir de las obras del autor se ejemplifican dos fenómenos: la afectación de la vida humana privada y pública, y el desarrollo de conductas inhumanas en el espacio público y social.