James Lockhart, 1933-2014

JAMES LOCKHART, 1933-2014
 
El viernes 17 de enero falleció James Lockhart, uno de los historiadores extranjeros que más nos ha ayudado a conocer México, a entender cómo se fue haciendo como ahora es, pues nos dio los instrumentos históricos y filológicos necesarios para estudiar a los indios en documentos escritos en sus propias lenguas.
 
Sus primeros libros fueron sobre el Perú, Spanish Peru (1968) y Men of Cajamarca (1972), basados en información sobre muchas personas concretas, hombres y mujeres, de diversos oficios, tanto de la conquista del Perú como del siglo XVI. Pero en esta reconstrucción de vidas, no pudo estudiar los indios a profundidad debido a la falta de documentos en quechua y aymara. Lockhart vio que sí existen abundantes documentos en náhuatl y otras lenguas indígenas de México y orientó hacia nuestro país su principal atención. Emprendió el estudio del náhuatl, que pronto dominó como los grandes nahuatlatos mexicanos Miguel León-Portilla, Alfredo López Austin, Luis Reyes García y Rafael Tena. Pero Lockhart no se dedicó tanto a los monumentos literarios e históricos nahuas, como a los miles de documentos judiciales, documentos “cotidianos”, como los llamó, que surgen de la vida de los indios. Por primera vez se formuló una exigencia elemental: para estudiar la historia de los indios es necesario, en lo posible, leer los  documentos escritos en sus propias lenguas. No hacerlo es como estudiar historia de Francia sin saber francés.
 
Consciente de que la tarea de aprovechar miles de documentos cotidianos nahuas es necesariamente colectiva, Lockhart comenzó a dar clases de náhuatl a varios discípulos, y elaboró un método -ameno, riguroso, inteligente y muy efectivo-, con el que formó a generaciones de historiadores nahuatlatos. Las cien hojas de ejemplos intercalados en náhuatl e inglés con las que Lockhart daba sus clases, las “Lockhart’s Lessons in Older Nahuatl”, circulan hasta la fecha en cientos de fotocopias. Y condujeron a su tremendamente perceptivo manual Nahuatl as Written (2001).
 
Solo o con colegas y discípulos, Lockhart publicó a partir de 1976 una serie de valiosos estudios históricos y filológicos y de ediciones bilingües anotadas de textos nahuas, como Beyond the Codices, Nahuatl in the Middle Years, The Tlaxcallan Actas, The Bancroft Dialogues, We People Here, The Story of Guadalupe, Nahuas and Spaniards, Of Things of the Indies, Grammar of the Mexican Language (el Arte de Carochi) y Annals of Our Time (el Diario de Chimalpahin), entre otros, sin mencionar los libros escritos por alumnos bajo la cercana supervisión del maestro, algunos tan útiles como el Analytical Dictionary of Nahuatl de Frances Karttunen. Y discípulos de Lockhart emprendieron el estudio de otras lenguas, como el maya y el mixteco, para estudiar a los mayas y mixtecos coloniales con documentos en maya y en mixteco.
 
Aunque se concentró en los textos en náhuatl, Lockhart no cayó en una visión aislada de los pueblos de indios, pues los concibió siempre en cambiante relación con los españoles y los otros grupos. Y la relación cuantitativa y cualitativa de los indios con los no indios le dio la clave para proponer una regionalización heurística de la Nueva España, basada en el modelo de tres regiones básicas, Sur, Centro y Norte, que expuso en la compilación Provinces of Early Mexico, (1976), hecha con Ida Altman. Esta perspectiva analítica regional le dio la clave para organizar una síntesis amplia de la historia de América Latina colonial que evitó el sinsentido de una división en virreinatos, el concentrado y muy perceptivo manual Early Latin America (1983), escrito con Stuart B. Schwartz.
 
El estudio de documentos en náhuatl llevó a Lockhart a otra contribución analítica básica para la historia regional: el altépetl, que se refiere tanto a los señoríos o reinos prehispánicos como a los pueblos de indios novohispanos, unidad territorial básica hasta la Independencia (como lo mostró Eric Van Young) y aun después. El concepto de altépetl cuestiona la polaridad historiográfica preexistente entre el gran imperio mexica y el pequeño calpulli comunitario, y permite redimensionar los cambios grandes que trajo la conquista y los graduales de los siglos siguientes. Los principios básicos del altépetl, como la organización celular, tratados por Lockhart en su gran obra de 1992, The Nahuas after the Conquest, están presentes en varios niveles de la vida de los nahuas: familia, lenguaje, arte, visión del mundo. Y la periodización que Lockhart detectó de la lengua náhuatl en tres fases, basada en la intensidad de la interacción de los nahuas con los españoles, también encontró en The Nahuas una correspondencia con los otros niveles de la vida de los indios. Otra vez, la clave analítica, tanto de la periodización como de la regionalización, es el tipo de relación indio-español en cada circunstancia particular. Así, Lockhart vio la Double mistaken identity, identificación equivocada de los indios y españoles frente a frente, que da una clave para entender los tipos de acomodo que se dieron entre ambos.
 
James Lockhart fue un historiador y un nahuatlato de primera importancia, pero también fue un gran maestro, exigente, alegre e increíblemente generoso, y muy querido por sus alumnos y amigos, que afectuosamente lo llamamos Jim. No hay nombre pronunciado tantas veces y con tanto cariño, admiración y agradecimiento. Su generosa voz de maestro y amigo estará siempre presente en cada uno de los escritos que nos dejó.
 
Rodrigo Martínez Baracs
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Dirección de Estudios Históricos